Starmer expulsa por seis meses a siete diputados díscolos

El Estado británico considera que un hogar se encuentra en una situación de pobreza relativa si las rentas de sus miembros están un 60% por debajo de la media nacional de ingresos en ese año. Califica como pobreza absoluta la situación de hogares en los que la renta es un 60% de la media en el curso fiscal de 2011-12, actualizada con la inflación.

El economista Torsten Bell, elegido diputado por la ciudad galesa de Swansea y antes director de la sociedad de estudios Resolution Foundation, ha investigado el fenómeno de la pobreza infantil y estima en más de 4 millones el número de menores pobres en el Reino Unido. Durante el mandato del Partido Conservador la cifra habría aumentado en 700.000.

La mayor parte de los subsidios se pagan ahora por un Universal Credit, administrado por el Ministerio de Empleo y Pensiones. Paga a los receptores la suma de los variados tipos de subsidio a los que una persona tendría derecho. El límite establecido en 2017 retira el subsidio por hijos, a partir del tercero.

Starmer se expresó en su día contra esta ley, como casi todos los parlamentarios del partido, pero Rachel Reeves, ministra de Economía y Hacienda, ha sido firme en no garantizar gastos -en este caso unos 3.570 millones de euros- que aumenten la deuda. En el corazón del Gobierno, el Ministerio del Gabinete, se ha creado una Unidad de Pobreza Infantil y es probable que Reeves haga un anuncio en las cuentas de otoño.

¿Por qué Starmer expulsa entonces durante seis meses a los rebeldes cuando el Gobierno tiene un plan? Porque las grandes mayorías favorecen el individualismo de diputados cuyo voto no importa. Los conservadores tuvieron una mayoría de 80 y múltiples rebeliones. Tras la purga, los laboristas ocupan 404 escaños y los conservadores, 121. En la primera sesión de preguntas al primer ministro Starmer ningún diputado de su grupo se puso en pie para apoyar a los rebeldes.