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Los pepinillos en vinagre agitan el arranque de la campaña electoral para las elecciones presidenciales polacas. La primera vuelta tendrá lugar el próximo 18 de ... mayo para elegir al sucesor del ultraconservador Andrzej Duda, con una posible segunda ronda el 1 de junio.
Rafal Trzaskowski, actual alcalde de Varsovia y candidato presidencial del partido centrista liberal Plataforma Cívica (PO) del primer ministro Donald Tusk, ha sido acusado por la oposición de presentar un bote de pepinillos en vinagre alemanes como si fueran un producto polaco.
La curiosa pelea electoral entorno a los pepinillos en vinagre comenzó a raíz de un discurso de campaña de Trzaskowski, que parte como favorito en la carrera presidencial en las encuestas.
El alcalde de Varsovia prometió que si es elegido presidente será «embajador de la industria polaca, de todos los productos polacos, de las empresas polacas» en todo el mundo, según informa el portal polaco de noticias News from Poland.
«El presidente debería apoyar a las empresas polacas y, aunque vuele al otro extremo del mundo, debería llevar en el avión a empresarios polacos y (representantes de) empresas polacas para convencer al mundo entero de que debería estar abierto a nuestras inversiones y a la compra de nuestros productos», añadió Trzaskowski.
En el acto electoral, el alcalde de Varsovia enseñó a sus seguidores varios productos polacos que ya tienen éxito en el extranjero, entre ellos, los famosos pepinillos, que, por lo visto, gustan mucho en Mongolia.
A raíz de esta absurda polémica electoral, la empresa polaca Urbanek confirmó que los pepinillos en cuestión son polacos y no alemanes, como aseguraba la oposición.
«Pidan disculpas. Así de simple», exigió en las redes sociales Trzaskowski, de 53 años, al principal partido de la oposición, el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS, en su abreviatura polaca),
«Nunca pensé que tendría que explicar esto: estos pepinillos son de Urbanek, una empresa familiar de Lowicz, que se producen aquí en Polonia», dijo Trzaskowski, que recomendó a los políticos del PiS que «en lugar de oler una conspiración, simplemente se disculparan con la empresa o, mejor aún, compraran sus productos».
Trzaskowski, un convencido europeísta, parte como favorito en la carrera presidencial, seguido de Karol Nawrocki, un candidato poco conocido a nivel nacional que está respaldado por el PiS.
El alcalde de Varsovia perdió en 2020 las anteriores elecciones presidenciales frente a Duda por un estrecho margen. El ultraconservador obtuvo el 51% de los votos, frente al 48,9% de Trzaskowski.
Nawrocki, que es historiador de formación, fue director del Museo de la Segunda Guerra Mundial en Gdansk. Actualmente, dirige el Instituto de Memoria Nacional (IPN), un instituto ligado al gobierno polaco encargado de investigar los crímenes nazis y soviéticos contra los polacos.
Otros candidatos que tienen menos posibilidades de ganar estas elecciones presidenciales, según los sondeos, son el democristiano Szymon Holownia, la representante de la Nueva Izquierda Magdalena Biejat y el candidato de extrema derecha Slawomir Mentzen.
Si este domingo se celebraran elecciones presidenciales en Polonia, Trzaskowski obtendría el 36% de los votos, seguido de Nawrocki, con el 22% de apoyos y Mentzen, con el 18%, según una encuesta reciente.
Si ningún candidato presidencial logra más del 50% de los votos en la primera vuelta, se celebrará una segunda ronda entre los dos más votados dos semanas después de la primera cita electoral.
El hecho de que Trzaskowski lleve la delantera en las encuestas de intención de voto ha provocado seguramente el desesperado ataque del PiS. El partido Ley y Justicia suele acusar a Plataforma Cívica de representar los intereses extranjeros, en vez de los polacos.
El partido ultraconservador ha hecho con los pepinillos «lo que suele hacer el presidente del PiS, Jaroslaw Kaczynski, cuando las encuestas no le son favorables: jugar la carta antialemana», según el diario germano Bild.
Polonia, miembro de la Unión Europea desde 2004 y de la OTAN desde 1999, es un país políticamente muy dividido. Vive una difícil cohabitación entre el gobierno de coalición de Donald Tusk y el presidente Duda, cercano al PiS.
Duda es presidente de Polonia desde agosto de 2015. El jefe de Estado polaco debe abandonar ahora el cargo, ya que, según la Constitución polaca, el presidente sólo puede ser reelegido una vez.
El jefe de Estado polaco, admirador del presidente estadounidense Donald Trump, se ha enfrentado abiertamente con el gobierno liberal y europeísta de Tusk. Duda ha utilizado sus prerrogativas presidenciales para vetar algunas de las iniciativas del gobierno de Tusk. Por ejemplo, en marzo de 2024 vetó una ley para garantizar el acceso sin receta a la píldora del día después.
Tusk, que fue presidente del Consejo Europeo de 2014 a 2019, es primer ministro de Polonia desde 2023. Previamente ocupó dicho cargo de 2007 a 2014.
Las elecciones presidenciales del 18 de mayo determinarán si Polonia pasa definitivamente la página del PiS. El partido Ley y Justicia estuvo en el poder ocho años desde 2015 hasta 2023. Tusk ha tratado de deshacerse de su legado desde que llegó al poder.
La victoria del candidato del PiS en las elecciones presidenciales significaría que se mantendría la difícil cohabitación con Tusk y la semiparálisis legislativa actual, lo que podría precipitar la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas en Polonia.
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