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Europa lo intenta de nuevo. Líderes de diferentes países de la Unión y de sus aliados -que conforman una 'coalición de la voluntad' de 26 ... estados en los que también se encuentran Australia y Canadá- se reunieron este sábado de forma telemática a petición del primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, con el objetivo de consensuar un plan de paz alternativo para Ucrania. Y, aunque no llegaron a acordar ninguna medida concreta, el anfitrión afirmó desde Londres que «esta coalición es cada vez más fuerte» y que «el mundo necesita pasar de las palabras huecas y las condiciones a la acción».
Starmer volvió a señalar que el culpable de la situación es Vladímir Putin, y advirtió al presidente ruso de que Europa «no va a tolerar que juegue con la propuesta de Donald Trump». De hecho, le acusó de haber demostrado «un desprecio total al plan de Trump para un alto el fuego, que solo sirve para demostrar que no quiere la paz», y le avanzó que «tarde o temprano tendrá que sentarse a negociar».
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Claro que no lo va a hacer por voluntad propia, de ahí que Starmer señalara a sus aliados que «ahora es el momento de ejercer la máxima presión sobre Putin». En su opinión, existen dos canales diferentes para la consecución de ese objetivo: por un lado está el militar, razón por la que el mandatario británico aboga por «continuar enviando armamento a Ucrania»; por otro lado está el económico, para lo que se deben seguir implementando «las sanciones que debiliten la máquina bélica» de Rusia.
En la vía militar, Starmer afirmó que «es el momento de acelerar el trabajo práctico» y anunció que los mandos militares de la coalición se reunirán el próximo jueves para «pasar a una fase operativa» en la que se discutirán los detalles de la gestión del futuro alto el fuego y las capacidades que cada uno de los países de la coalición puede aportar. «He indicado que estoy dispuesto a que el Reino Unido desempeñe un papel de liderazgo y que, si es necesario, aportaremos tropas en tierra y aviones en el cielo», añadió.
«Es el momento de seguir avanzando hacia el resultado que deseamos: el fin de las matanzas, una paz justa y duradera en Ucrania y una seguridad duradera para todos», sentenció Starmer. Pero no todos parecen dispuestos a poner en riesgo a sus soldados. La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, que finalmente también asistió a la reunión 'online', no lo tiene muy claro. Y, por eso, anunció que no estará en la reunión de la próxima semana.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sí aplaudió en la red social X estos avances: «Ahora Rusia debe demostrar que está dispuesta a apoyar un alto el fuego que conduzca a una paz justa y duradera. Mientras tanto, apoyaremos el fortalecimiento de Ucrania y sus Fuerzas Armadas siguiendo nuestra 'estrategia del puercoespín'. Por último, intensificaremos los esfuerzos de defensa de Europa a través de ReArm Europe, impulsando el gasto en defensa». Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se limitó a escribir en X que España seguirá «trabajando para alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania».
En la vía económica, otro de los recursos que Occidente puede utilizar para hacer presión sobre el Kremlin reside en los activos rusos congelados en su territorio. Son cientos de miles de millones de euros que diferentes líderes, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, consideran lógico utilizar para negociar con Putin e, incluso, para la reconstrucción del país.
Pero aquí tampoco hay consenso. «Es una cuestión compleja», reconoció Starmer. «Por lo tanto, discutimos nuevas sanciones que no tienen nada que ver con los activos, sobre los que tenemos que mantener un debate continuo para decidir los próximos pasos», concluyó el primer ministro. En cualquier caso, todos los analistas coinciden en señalar que las sanciones han tenido un impacto más modesto del esperado en la economía rusa.
Para Volodímir Zelenski, que también participó en la reunión, uno de los asuntos más cruciales está en las garantías de seguridad que sus aliados estén dispuestos a proporcionar. Porque, cuando se implemente la primera fase del camino hacia la paz -la de la tregua-, habrá que concretar una segunda, en la que Ucrania necesita detallar si Europa está dispuesta a enviar tropas de paz para evitar que su temor de que Putin se rearme para invadir de nuevo no se haga realidad. «Un alto el fuego podría haber ocurrido ya, pero Rusia está haciendo todo lo posible para evitarlo», denunció el presidente tras la reunión.
«Putin miente a todos sobre la situación en el frente, especialmente sobre lo que ocurre en la región de Kursk, donde nuestras fuerzas continúan sus operaciones», afirmó, tratando de disipar las dudas provocadas por las palabras de Trump, el gran ausente en la reunión de este sábado, que afirmó que miles de soldados ucranianos en Kursk estaban siendo rodeados, algo que Zelenski niega. «Nuestras tropas también han estabilizado la situación en el frente de la región de Donetsk, concretamente en Pokrovsk», aseguró. No obstante, es evidente que las fuerzas ucranianas se encuentran en una situación precaria. «Putin quiere lograr una posición más fuerte antes de declarar el alto el fuego», apostilló.
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