Décadas de pelea por el S-80

Hace más de veinte años se recogía en las páginas del periódico la necesidad de que el Estado invirtiese una lluvia de millones de las antiguas pesetas para construir los anhelados submarinos S-80 en Cartagena, aunque el proyecto estaba ya sobre la mesa más de una décadas antes. Así que han tenido que pasar muchas vicisitudes y contratiempos hasta que por fin se ha hecho realidad con el primer submarino oceánico convencional de diseño íntegramente español: el 'Isaac Peral'.

LA VERDAD ha sido testigo privilegiado de lo que ha costado sacar adelante este proyecto y así se lo ha ido contando con todo detalle a los lectores. Porque ha sido mucho lo que ha llovido desde que se dio el impulso a su ejecución con la entrada en el siglo XXI, empezando por los cambios en la propia empresa pública encargada de su construcción, Izar, que agrupaba a los principales astilleros navales de España, como era el caso cartagenero, que pasó a denominarse Navantia desde 2005.

En la edición del diario del 26 de octubre de 2002 se recogía en el titular que «la Armada autorizará la construcción de los submarinos S-80 a partir de abril» –del siguiente año– y se proyectaba que el sumergible «estará listo en el año 2010». Aunque la realidad es que las expectativas de ese plazo quedaron aparcadas de inmediato, a pesar de que, tal como se recogía en una noticia el 10 de agosto de 2004, «Izar ya ha invertido los primeros 2,5 millones de euros» en su construcción.

Pero se avanzaba a paso lento en función de los recursos asignados, lo que se agravó más en 2012 por el problema del control de peso del prototipo y de propulsión para alargar las inmersiones, lo que obligó al rediseño definitivo para poder configurar el actual submarino S-81.