David Silva explica el infierno que vivió por el nacimiento prematuro de su hijo

David Silva, el futbolista español que actualmente juega en el Manchester City, ha pasado por uno de los momentos más duros de su vida. El jugador, que hace unos meses se convertía en padre de su primer hijo, vivía un infierno al conocer que su bebé había nacido de forma «prematura extrema» y no saber si podría salir adelante.

Mateo, que así se llama el pequeño de Yessica Suárez y David Silva, ha permanecido ingresado durante más de cinco meses para que sus órganos madurasen. Así, durante este tiempo sus padres han vivido con el corazón en un puño por el estado de salud de su pequeño: «Fueron tiempos muy difíciles, los meses más duros de mi vida. Vine a España y hable con los médicos, tenían respuestas diferentes, no sabíamos qué iba a pasar al día siguiente. Era el miedo a lo desconocido. Todo estaba bien, pero dijeron que no sabrían nada en una semana», explicaba David Silva, que además apuntaba que «estaba muerto de miedo».

Así, ante esta terrible situación, David Silva ha explicado que era muy difícil «estar concentrado al 100% en tu carrera o profesión», aunque admite que el fútbol ha sido una liberación para él: «Cada vez que jugaba al fútbol liberaba la tensión y me olvidaba de los problemas. Cuando llegaba al vestuario y cogía el móvil, volvía a preguntarme: '¿Qué está pasando?, ¿Está mejorando?, ¿Qué va a pasar?'. Jugar al fútbol era una gran liberación para mí. Tan pronto como pisaba el césped no tenía preocupaciones».

Afortunadamente, el pequeño ya se encuentra perfectamente y puede hacer vida normal fuera del hospital. «Mateo está muy bien en este momento y gracias a Dios ahora está todo bien. Tengo que vigilarle todo el tiempo. Los doctores le están haciendo varias pruebas pero cruzo los dedos porque todo esté bien. Estoy muy feliz y estaré 100% listo para la nueva temporada», explicaba el futbolista, que además concluía diciendo: «Ha cambiado mucho mi forma de pensar en la vida. Ahora mi prioridad ha cambiado completamente hacia mi vida familiar. Pero no ha cambiado la forma en que veo el fútbol».