Un despliegue de 20 policías prohíben a tres mujeres hacer top-less

Es primero de febrero, en las playas argentinas es temporada alta. La arena se llena de bañistas y la estampa es de lo más sugerente. No difiere mucho de la que se puede ver en pleno agosto en playas españolas, como Benidorm. Sin embargo, parece que en este país no se lleva bien lo del 'top-less'.

Un despliegue de 20 policías, distribuídos en seis coches patrulla, irrumpieron en la playa de Necochea hace unos días para llamar la atención de tres mujeres que había mostrando el pecho. Al parecer, alguien había denunciado a estas bañistas por su casi desnudez pública.

Las chicas, lejos de acatar rápidamente las órdenes de los agentes, se enfrentaron a ellos defendiendo su derecho a hacer 'top-less': «yo voy a venir todos los días y me voy a poner en tetas, como he hecho toda la vida», decía una de ellas. Se quejaban también de que la sociedad «no está muy avanzada» y que la gente se escandaliza por cualquier cosa.

Tras varios minutos de disputa con los policías, se decidieron por abandonar la playa ya que no les permitían estar como ellas querían.

Esta situación difiere mucho en forma pero no en fondo de la vivida el pasado verano en algunas costas europeas. El verano de 2016 se puso de moda en algunos lugares el 'burkini', atuendo de baño que llevaban las mujeres musulmanas en las playas y piscinas publicas. En algunos lugares se prohibió el uso de este traje de baño, incluso hubo algún que otro rifirrafe entre los que las defendían y los que no.