MasterChef Celebrity: 'El Cordobés' boicotea a su propio equipo para que gane el de su mujer

El espectáculo que nos dejó ver Manuel Díaz 'El Cordobés' anoche durante la emisión de Masterchef Celebrity en La 1 fue algo dantesco y digno de olvidar. Durante todo el programa los otros concursantes, el jurado, la presentadora, la opinión pública, los medios...todo el mundo, vamos, le han afeado la conducta tan machista y paternalista que muestra hacia su mujer, Virginia, pero él sigue empecinado en lo suyo.

Aunque lo de anoche fue un paso más allá. Manuel, junto a Miguel Ángel, recibió el delantal negro de eliminación por hacer uno de los dos peores platos en la primera prueba, que consistió en la típica subasta del programa con casquería. Ambos fueron capitanes en la siguiente fase del programa y pudieron elegir su equipo, en una jugada que nadie entendió, Manuel Díaz, quizás intentando desligarse de lo que la gente opina de él, escogió como miembros de su equipo a Fernando Tejero y a Loles León.

Durante el cocinado, el torero no ejerció de capitán en ningún momento, limitándose a realizar la mousse de chocolate durante las casi dos horas que duraba la prueba. Durante más de media hora estuvo delante de un cuenco viendo cómo se derretía el chocolate. O eso quiso hacer creer al resto de los presentes, pero la cámara delataba que el diestro, como si de un perro guardián se tratase, no paraba de observar todos y cada uno de los movimientos de su mujer.

No socorrió a sus compañeros cuando lo necesitaron, no mandaba, no tomó el control de la situación y dijo verse «agobiado y superado» por la tarea que le encomendaban. Sin embargo ni el resto de concursantes, ni el jurado, ni el público, percibieron eso. Lo que todos sospechaban era que 'El Cordobés' había saboteado a propósito a su propio equipo para beneficiar a su esposa y que no cayese en la prueba de eliminación. Ante las acusaciones manifiestas y sabiendo que era imposible seguir negando lo más que evidente, el torero acabó admitiendo lo que había hecho.

Una vez más, tratar a su mujer como a una niña que no puede valerse por sí misma y que necesita que él la cuide y la proteja en todo momento. Una actitud tan paternalista y machista que le valió el rechazo de todos los presentes. La cara de Virginia era un poema de decepción. Aunque después le disculpó asegurando que «aunque se equivoque, no hay maldad en su corazón».

Fernando Tejero, quien más crítico se ha mostrado con la pareja, pero sobre todo con él, durante toda la edición, lo resumió con una simple frase: «Estoy muy harto de esa actitud que tiene de que ella es la mujer y él el hombre y por tanto ella es débil y él fuerte y la tiene que proteger». «Porque es que encima ella lo hace mucho mejor que él» sentenciaba.