Recetas originales para escapar de la clásica torrija: vegana, con pan brioche o cubierta de chocolate

La Semana Santa trae consigo uno de los sabores más tradicionales de la repostería española: las torrijas. Esas deliciosas rebanadas de pan dulces que han pasado de generación en generación y que se han consolidado como el postre más representativo de estas fechas. Sin embargo, como suele ocurrir, la innovación también recala en esta receta con opciones de lo más suculentas.

Los que eluden en su dieta alimentos que provienen de animales han encontrado una alternativa para degustar este manjar. Para sustituir el lácteo se debe recurrir a una bebida vegetal, como la elaborada con almendras, avena, soja o incluso coco. De este modo, se vierte el producto anteriormente citado en una cacerola con una rama de canela y, opcionalmente, raspadura de limón. Las proporciones de cada ingrediente serán las mismas que las de una receta tradicional, atendiendo siempre al número de raciones que se quieran conseguir.

Posteriormente, se deja infusionar y, cuando rompa a hervir, se retira del fuego. A continuación, se añade algún edulcorante y se debe esperar cinco minutos más. Llegados a este punto, se aplica la segunda variación para que sea apto para veganos: el huevo, que se reemplaza por una mezcla de harina de garbanzo con agua. Finalmente, tan solo queda empapar bien las rebanadas e introducirlas en una sartén con abundante aceite caliente para dorarlas por ambos lados.

Esta versión promete un resultado jugoso por dentro y crujiente por fuera. El truco está en incorporar un poco de nata (de montar) a la leche antes de infusionarla. Como referencia, para unos 400 mililitros de lácteo se agregarán unos 200 mililitros de nata, es decir, siempre habrá que aplicar más o menos la mitad. El resto de la receta debe seguirse al pie de la letra.

El pan recomendado es el brioche con mantequilla, que deberá cortarse por la mitad cada rebanada para que absorba bien la mezcla. Para caramelizar la torrija, una vez que esta esté bien empapada, se debe echar un poco de mantequilla en la sartén y una cucharada de azúcar por cada unidad que se vaya a freír. Cuando el azúcar esté dorado se pone el pan encima y se deja cocinar a fuego medio-bajo para controlar bien la temperatura.

Los más golosos seguramente busquen algo de chocolate en este dulce. Una de las opciones consiste en recubrir el producto final con Nutella, chocolate blanco o algún 'topping'. Asimismo, hay quien opta por sustituir la rebanada por una especie de sándwich relleno de Kinder Bueno, dulce de leche o cualquier otra crema, siempre siguiendo el resto de pasos de la fórmula tradicional para que se pueda considerar una torrija.

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