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Comenzamos por el principio, es decir, por la base. Antes de empezar a trabajar el hojaldre encendemos el horno a 180º para que esté bien caliente a la hora de cocer la tarta.
Extendemos el hojaldre en un molde redondo, pinchamos la masa con un tenedor y lo metemos al horno durante quince minutos. Sacamos y dejamos enfriar.
Ponemos en un cazo al fuego el zumo de limón y los 100 ml de agua, junto con la ralladura del limón y las tres cucharadas de azúcar. Cuando esté caliente se añaden las gelatinas que hemos puesto en remojo antes. Mezclamos bien y lo colamos. Se bate todo y se mezcla con el queso crema, se deja enfriar. Se monta la nata y se mezcla todo.
Una vez fría la base de hojaldre, ponemos la mezcla que hemos echo sobre ella y se mete en la nevera durante unas dos o tres horas, hasta que coja consistencia.
Una vez fría preparamos una gelatina de limón para cubrir la tarta. Ponemos al fuego el agua, el zumo de limón, el azúcar y removemos. Una vez caliente se añaden las 4 gelatinas que deben estar previamente en remojo. Se mezcla todo bien y se cuela. Hay que dejarlo enfriar antes de extenderlo sobre la tarta.
Ya sólo queda decorar la tarta. Montamos la nata, se le añade el azúcar y la ponemos en una manga pastelera para cubrir la tarta al gusto.
1 lámina de hojaldre para la base
el zumo de un limón
la ralladura de un limón
100 ml. de agua
6 láminas de gelatina
1 tarrina de queso crema
200 gr. de nata montada
3 cucharadas de azúcar
Para la gelatina de limón: 4 láminas de gelatina
el zumo de un limón
150 ml. de agua
1 cucharada de azúcar
Para decorar:200ml. de nata montada
4 cucharadas de azúcar
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