Pastel de calabaza para Halloween

A nadie le amarga un dulce. Aunque todavía hay personas que ven Halloween como una fiesta extraña a nuestras costumbres y defienden el Día de Todos los Santos como la festividad a celebrar, el caso es que esta divertida fiesta de disfraces cada vez va calando más hondo en nuestra sociedad. Y, claro, todo lo que rodea a Halloween también, como es el caso de los dulces.

La calabaza está unida irremediablemente a esta festividad, por ser dulce y por ser un producto propio de estas fechas. Para hacer un pastel de calabaza que dejaría con la boca abierta a cualquier norteamericano que se precie hay que comenzar por estirar la masa quebrada y hornearla hasta que se tueste, aproximadamente 15 minutos a 180-200º C.

Mientras la masa se cuece, hay que pelar la calabaza y retirar las pepitas. Para cocer la calabaza en el horno hay que envolverla bien en papel de aluminiol, procurando que no queden huecos por donde se salga el vapor. Meter en el horno a 180-200º C durante 10-15 minutos o hasta que se hinche el papel.

Tras sacar la calabaza del horno, hay que ponerla en una jarra junto a los huevos, la leche, el azúcar moreno, la cucharada de canela en polvo y el jengibre. Triturar con una batidora.

Poner la mezcla sobre el molde con la pasta quebrada horneada e introducir nuevamente en el horno a 180ºC, durante 30 minutos.

Desmoldar y decorar con la nata montada.