Bagels

Hay que comenzar preparando la masa, para ello mezclar la harina, la sal, el azúcar y la levadura granulada en un cuenco grande. Hacer un hueco en el centro y añadir el aceite y el agua ligeramente templada, a unos 40º.

Remover con las manos o una cuchara hasta que la masa se despegue de las paredes. Pasar a una mesa enharinada y amasar estirando y retorciendo la masa alternativamente, durante 10-15 minutos, hasta que quede una masa fina y elástica.

Pasar la masa a un cuenco grande ligeramente aceitado, tapar con film y dejar fermentar en un lugar cálido durante 40 minutos o hasta que duplique su volumen.

Una vez lista la masa, pasar otra vez a la mesa enharinada, presionar suavemente con los nudillos para extraer el aire, cubrir con un trapo y dejra reposar 10 minutos.

Engrasar una hoja grande de papel de horno.

Dividir la masa en 9 porciones. Hay que trabajar la masa hasta hacer bolas de superficie lisa, estirando los bordes hacia el centro y girando sobre la mesa. Hacer un agujero central con el dedo, que debe tener unos 5 cms. de ancho. Colocar en la hoja de horno engrasada, cubrir y deja reposar 20 minutos otra vez en un sitio cálido.

Calentar una sartén y, con el fuego al mínimo, cocinar los bagels 3-4 minutos, dando la vuelta a mitad de cocción para crear una ligera corteza sin llegar a dorarse.

Calentar el agua con el azúcar en una cazuela de fondo grueso. Cuando rompa el hervor bajar el fuego y cocer los bagels, sólo 4-5 cada vez, durante 7 minutos, dando la vuelta una vez a mitad de cocción.

Sacar y dejar escurrir en papel de cocina. Puede que algún bagel se baje, pero volverá a recuperar su forma al hornearse.

Colocar los bagels en la hoja de horno engrasada, untar con la clara de huevo batida. Decorar con semillas de amapola o de sésamo y hornear a calor moderado, 190º-200ºC, durante 25-30 minutos, o hasta que queden bien dorados. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.