Garbanzos con níscalos

Limpiaremos bien los níscalos con un paño o pincel, nunca bajo el grifo. En una cazuela con un chorro de aceite ponemos a pochar la cebolla muy picada durante 20 minutos. Añadimos el pimiento rojo también picado. Mientras tanto, vamos rallando los tomates y los mezclamos con dos cucharaditas de carne de choricero. Añadimos a la cazuela el vino de Jerez y dejamos que se evapore el alcohol hasta que el guiso se nos vaya casi a seco. En ese momento, añadimos la mezcla de tomate y choricero. Removemos para integrar todos los ingredientes y vamos con la molla: incorporamos los níscalos troceados, que previamente habremos salteado en una sartén con un poco de aceite hasta dorarlos ligeramente; el chorizo que también saltearemos en la misma sartén para que se vaya algo de la grasa; los garbanzos, lavados para eliminar restos del agua de conservación y el chorizo,; las patatas, cortadas en cuatro trozos y las zanahorias, peladas y también cortadas en trozos grandes, que se vean. Removemos, salpimentamos y cubrimos de caldo. Llevamos a ebullición, bajamos el fuego al mínimo y tapamos la cazuela. Lo dejaremos cocer todo a fuego lento durante 35-40 minutos. Quince minutos antes de acabar, añadimos la guindilla (sin las semillas) bien picada y los últimos cinco minutos los pasaremos moviendo suavemente la cazuela para que la erosión de las patatas engorden el caldo.