Pie Franco 2020, la joya de la corona

La formación autodidacta y el enorme apetito por aprender y demostrar su buen hacer convierten a 'Keko' en una referencia imprescindible y en un maestro de todos los nuevos viticultores y amantes del vino. Su estilo ha ido definiendo una personalidad única en todos sus vinos que describen un punto en el mapa, con todas sus singularidades de clima, suelo y cada matiz que identifica el estilo de 'Keko' y Casa Castillo.

Sus vinos son contundentes y frágiles a la vez, ágiles y poderosos, largos y complejos, y ya responden al carácter de la añada. Pie Franco es una de las grandes parcelas de la bodega y, como su nombre indica, son viñas viejas de Pie Franco, plantadas en 1942 sobre suelos de arena y orientadas al sur, condenadas a la extinción debido a la acción de la filoxera, que cada año mata algunas de estas viñas históricas.

Hubo varias etapas en este vino, considerado siempre el icono de la bodega y que ha entrado en la historia al ser el primero de Jumilla en conseguir los preciados 100 puntos Parker. En un principio con mezcla de variedades, incluyendo Cabernet, a partir de 2006 inicia su refinamiento, basado ya solo en Monastrell.

En los últimos años, un cambio en la elaboración en bodega le dan la entrada en su plenitud y etapa de brillo, usando tinos más grandes, menos presencia de madera si cabe y crianzas más largas.

La añada de 2020 quizás haya sido la conjunción de todo: una madurez en viña, bodega y personal; un año donde todo se equilibra, clima, lluvias, sol, tempos, elaboración… Estamos ante un vino equilibrado, redondo y profundo, expresión fina y contundente del poderoso sureste. Vicioso, sutil y animal. Lo tiene todo, y es una joya al alcance aún de todos. Su maridaje perfecto es disfrutarlo en buena compañía. Y eso que Pie Franco es solo la punta del 'iceberg': Las Gravas, Cuee N (cuando sale) y el resto de vinos de Casa Castillo mantienen ese nivel y espíritu de disfrute y por qué no, su parte de vicio.

Descubrimiento de la semana: Finca Quemada 2020 Bruma del Estrecho

Última incorporación a la familia Bruma del Estrecho. La tercera generación de bodegueros capitaneados por Elena Pacheco, en colaboración con Isio Ramos, ha dado un vuelco al estilo clásico de la bodega bajando la presencia de madera y focalizando en la expresión de la variedad Monastrell, la reina del sureste mediterráneo. Finca Casa Quemada es una parcela en el linde entre Jumilla y Yecla, a 700 metros de altitud y con alta concentración de caliza que da carácter fresco, jovial y afrutado al vino, con notas florales de monte bajo como romero, tomillo o resina de pino y una mineralidad elegante, incluso un fondo salino que muestra identidad.

Variedad: Monastrell.Zona: DOP Jumilla.Precio: 12 euros