
Ver 34 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 34 fotos
Francisco Ojados
Murcia
Jueves, 14 de septiembre 2023, 00:18
La cuarta corrida de la Feria de Murcia fue una tarde triunfal, la única en esta feria en la que la terna al completo abandonó ... la plaza en hombros por la puerta grande. Tarde con contenido, con una corrida de La Palmosilla bien presentada, lo que de be ser una corrida de Murcia, con mucho que torear, y en la que destacaron el cuarto, toro con transmisión, y el sexto, bravo.
Fue la Corrida de la Prensa, que cumple 109 años. Faltó gente en los tendidos, con un cuarto del aforo cubierto, pero los que fueron a la plaza vieron torear, en una corrida que siempre mantuvo el interés.
Se encontró el aficionado de La Condomina con un torero que dejó unas credenciales propias de una futura figura del toreo. Se lo perdieron los que no vinieron.
La faena de Jorge Martínez fue de las que encumbran a un torero en una plaza de las que dan, como Madrid o Sevilla. Cuajó a 'Papeloso', sexto de la tarde, un toro que tuvo nobleza y muy buena condición y que el joven torero de Totana hizo mejor a base de colocación y valor para pisar los terrenos del toro. Y lo cuajó tanto con la capa como con la muleta. Recibió a la res con lances a pies junto y excelentes verónicas, en las que meció la tela rosa con gusto, acompañando los lances con la cintura, para cerrar con dos medias de lujo y la revolera. Quería la salida a hombros y dio orden a su varilarguero para que picara poco. Brindó el toro a Javier Núñez, ganadero de la Palmosilla, y la faena tuvo sentido y profundidad desde el principio hasta el final, comenzando por ayudados con la pierna arqueada en los que llevó muy toreado al astado. Planteó faena en el tercio y las tandas por ambos pitones fueron de toreo caro, especialmente una serie de naturales iniciada con el pase de las flores que por embroque, plasticidad, ritmo y hondura resultó excelsa. Jorge atesora temple natural y valor para pisar los terrenos comprometidos, aguantar las miradas y quedarse quieto para torear con calidad. Llegó a los tendidos con el toreo bueno, el de toda la vida y animó el final con una manoletinas ajustadas, que precedieron a una estocada en la que el diestro se fue detrás de la espada con fe. Tardó en doblar la res, que se mantuvo en pie por largo rato, hasta que no le quedó un soplo de vida. Escuchó un aviso, cortó las dos orejas, y quien sabe si hubiera tenido mayor premio si la muerta hubiera sido menos pesada.
Plaza de toros de Murcia Cuarta corrida de abono. Corrida de la Prensa. Un cuarto de entrada.
Los toros Seis toros de La Palmosilla. Bien presentados, con matices y mucho que torear, destacando cuarto y sexto por bravos.
Rafaelillo , de catafalco y oro, ovación con saludos y dos orejas.
Fernando Adrián , de blanco y oro, una oreja con petición minoritaria, y dos orejas.
Jorge Martínez , de sangre de toro y oro, una oreja y dos orejas.
Observaciones 109 años de la Corrida de la Prensa. Al finalizar el paseíllo, Juan Antonio de Heras, Chema Serrano y Rubén Juan Serna entregaron en nombre del Colegio de Periodistas un obsequio a los tres espadas y al ganadero. Los tres toreros salieron a hombros. Saludó en banderillas Marcos Prieto en el quinto toro de la tarde.
De su primero había paseado un trofeo. Fue el toro de su presentación en Murcia, Se llamó 'Berrido', negro mulato listón y chorreado, estaba marcado con el número 48 y pesó 491 kg.. Dibujó Martínez buenas verónicas, sobre todo por el pitón izquierdo y apenas picó Juan Melgar. Vistoso resultó el quite por tafalleras, rematado con un farol y la revolera. Brindó el toro de su debut al público de Murcia e inició de rodillas, librándose de la cogida al estar rápido de reflejos, resolviendo con un molinete. Tuvo el burel el defecto de reponer, y el joven matador tuvo la virtud de reducir la velocidad del animal, con temple, tanto al natural, como en redondo en una faena en la hubo pureza, con el torero cruzado, dando el medio pecho y firme de plantas. Encadenó tres molinetes, sin aspavientos, en los que llevó toreado al de La Palmosilla para acabar y cobró una estocada al segundo intento, en la que el torero hizo la cruz.
Era tarde importante para Rafaelillo. Lo puso de manifiesto con el toro que abrió plaza, al que recibió de rodillas a porta gayola, con la larga cambiada, seguida con otros dos faroles de rodillas. Salió suelto el toro y lo volvió a recoger el murciano cerrado en tablas, instrumentando templadas verónicas, una chicuelina ceñida y una revolera. Se llevó la lidia con orden, cumpliendo Mora y Mellinas en banderillas y Oliver con la capa. Brindó al público Rafael, que inició de rodillas su labor. Apretó el toro por los adentros, con genio, y en la segunda tanda al natural sorprendió al diestro, que puso garra en la siguiente tanda con la derecha, más mandona y por abajo, rematada con el de pecho, tras el cambio de mano, siguiendo la faena en el mismo aire. Tuvo importancia, por el toro que tuvo delante, lo que le hizo el torero. Mató de estocada casi entera al tercer encuentro, lo que le privó de tocar pelo. Ovación.
El triunfo llegó en el cuarto, un toro con mucha transmisión. Lo recibió Rafaelillo con dos faroles de rodillas y lances a pies juntos. Empujó el astado a la cabalgadura. Brindó el carmelitano a Pepe Soler un trasteo que comenzó de rodillas. Tuvo motor el toro y Rafael lo llevó muy largo al natural, pese a molestar el viento. Fue faena de garra y emoción, de muletazos de gran trazo y series ligadas, de torero veterano con conocimiento del oficio. Tres molinetes de rodillas y una tanda de naturales seguidas de las luquesinas levantaron a la grada. Pinchó arriba y al segundo intento firmó un gran volapié, que puede ser la estacada de la feria.
La petición fue unánime y Rafaelillo dio la vuelta al ruedo con las dos orejas, acompañado por la hija de un amigo, en la que disfrutó del cariño de su gente.
Entró por la vía de la sustitución Fernando Adrián, en lugar de Luque, y continuó en Murcia su impresionante racha de puertas grandes. Recibió al primero de su lote por verónicas, ganando terreno, para acabar rematando el saludo en el centro del anillo, con la revolera. Fue toro de embestida rebrincada y cara alta, brusco en los embroques. Mejor con la zurda, dio sitio el torero en dos series de naturales y llegó al público cuando se ciñó con los pases cambiados por la espalda y los de pecho. Mató de tres cuartas de espada ladeada, que precisó de descabello. Con una petición minoritaria, el palco concedió una oreja benevolente. Salió arreado por el triunfo de Rafaelillo en su segundo, al que no dudó en recibir de rodillas, con un farol. Fue toro de buenas hechuras. Midió el castigo en varas, y en banderillas saludo Marcos Prieto, que cuarteó para clavar en la cara. Brindó al público una faena que comenzó con efectos especiales, citando de rodillas desde la lejanía para ejecutar el pase cambiado por la espalda. Tras ese inicio genuflexo firmó una tanda diestra estimable. Le faltó un poquito de recorrido al astado, que sacó genio y Adrián acabó metido entre los pitones para robar un pase cambiado por la espalda que encogió los corazones, por su ajuste. El volapié fue de cátedra, la res rodó como una pelota y el madrileño se llevó en el esportón otras dos orejas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.