«Te vas con cara de atontado», resume Calero tras encajar el 1-1 en el minuto 93

Ya son 7 puntos de 45 posibles los que suma el Cartagena, el peor equipo de la Segunda División. La victoria se le resiste al equipo desde hace meses y también al entrenador, Julián Calero, hasta la fecha incapaz de levantar el ánimo del vestuario con tres puntos. Anoche se resistieron en el minuto 93, cuando el Oviedo empató con un penalti cometido por Kiko Olivas. «Te vas con cara de atontado», resumió al respecto el máximo responsable del vestuario albinegro.

Calero planteó un sistema defensivo con cinco defensas y tres centrocampistas, para ganar firmeza y aprovechar algún contragolpe. El plan casi sale a pedir de boca, cuando su hijo Iván Calero marcó al minuto y medio. El entrenador echó en falta «gestionar mejor el 0-1» rematando al Oviedo con el 0-2. «Había muchísimo espacio a la espalda para contragolpear, para sacar rendimiento a esa situación».

El Efesé ni tuvo «velocidad» ni «caudal ofensivo» para volver a disparar siquiera una vez más al portero rival. «Probablemente», aseguró Calero, a los jugadores no les benefició ponerse por delante tan pronto porque se replegaron «y nos vimos en una situación que invitaba a defender».

El entrenador del Cartagena dijo que el sentir general es de estar «contrariados», con un «sabor triste» y «un poco fastidiados». E incidió en que el resultado sería bueno en un contexto menos crítico que el de su equipo, colista de la categoría, golpeado cada semana y sin remedio a sus crisis con una victoria que ayude a ver la situación con más optimismo. Calero destacó el «trabajo», la «solidaridad» y el hecho de que los futbolistas pelearan «como tigres».

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