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Guillermo Fernández Romo era al finalizar el partido entre el Cartagena y el Burgos, saldado con la novena derrota seguida de su etapa como técnico albinegro, un hombre hundido. «No me van quedando palabras para explicar las cosas que nos pasan. En estas situaciones siempre pasan cosas negativas, pero esto es muy injusto. Estamos en la búsqueda de un objetivo micro, que es ganar un partido, y no lo conseguimos. Esa es nuestra realidad», confesó.
«La sensación que tengo es que hemos hecho más cosas para ganar que el Burgos. Sabemos cómo estamos y dónde estamos, con cosas que ya van a ser imposibles. Pero estamos trabajando en corregir orgullo, corregir valores y ser capaces de relacionar eso con un resultado favorable. Yo creo que hay cosas que son muy injustas. Somos personas y deportistas y tenemos la sensación de que nos han pasado hoy cosas injustas», apuntó.
«Cuando somos autocríticos comos los primeros, pero cuando tenemos juego, organización, cambios, fuerza tras el descanso y oportunidades de marcar.... Nos está penalizando mucho nuestra falta de eficacia y por eso nos quedamos cada jornada con esta cara de tristeza. Pero hasta el último día que yo sea entrenador del Efesé, lo vamos a intentar», repitió el madrileño.
«Con un 1-0, la gente se hubiera metido más en el partido y la cosa podría haber cambiado. Pero tengo pocas palabras que explicar, porque puedo parecer redundante y que estoy poniendo excusas. Esto no se acaba y mañana hay que seguir», finalizó Romo.
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