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De futbolista a modelo. Una imagen del catálogo que Jaime Astrain hizo recientemente para A-Fifty Factory, del Grupo Cortefiel. El ex jugador madrileño está trabajando actualmente para varias empresas y en diferentes proyectos de publicidad y moda en Singapur, Indonesia y Holanda.
Astrain, del césped al plató

Astrain, del césped al plató

El exjugador del Cartagena triunfa como modelo de publicidad y ropa en Indonesia tras colgar las botas con solo 27 años, porque «el fútbol ya no me motivaba»

Francisco J. Moya

Jueves, 10 de noviembre 2016, 00:47

La eliminatoria copera entre el Cartagena y el Barça de diciembre de 2013 cambió muchas cosas en el fútbol local. Posiblemente, sin esa inyección económica de más de 600.000 euros aquella temporada habría sido mucho más dramática de lo que fue. Pero más allá de lo que significó para el club recibir al Barça de Martino en el Cartagonova y visitar dos semanas después el Camp Nou, aquel doble enfrentamiento también marcó para siempre a muchos de los futbolistas que integraban la plantilla albinegra en el ejercicio 2013-14. Por ejemplo, Mariano Sánchez, tras aquellas semanas mágicas, supo que había llegado el momento de ir preparando su despedida del fútbol. Y lo hizo, por la puerta grande, unos meses más tarde.

Pero no hay ninguna duda de que el 'obrero' de Tevenet al que más le ha cambiado la vida aquella histórica eliminatoria ha sido Jaime Astrain (Madrid, 1988), central diestro titular en aquella campaña (33 partidos con la camiseta albinegra) y que el verano pasado, tras una temporada para olvidar en el Real Jaén, decidió colgar las botas con solo 27 años y empezar una nueva vida en Bali. Hoy, 16 meses después de aquella insólita decisión, Astrain es un solicitado modelo de televisión, publicidad y moda que triunfa en Indonesia, Singapur y Malasia.

¿Por qué ha cambiado el fútbol por la moda? «Igual soy un tipo raro, ya que todo el mundo sabe que la del futbolista es una buena vida. Pero yo nunca soñé con llegar a Primera División [siempre se movió entre Tercera y Segunda B] y miré más allá del fútbol. Tuve otras inquietudes. Lo que sí que quería era jugar algún día en el Camp Nou o en el Bernabéu delante de mis padres y de mi familia. Y cuando lo logré, en 2013 con el Cartagena, tuve la sensación de que ya había cumplido mi sueño y empecé a perder la motivación por el fútbol. Me saltó un chip en el cerebro y empecé a pensar en dejarlo y dedicarme a viajar por el mundo y a conocer nuevas culturas. Tras dejar el Cartagena me salió la oferta del Jaén y firmé. Pero el año fue muy malo, a nivel deportivo, económico e institucional. No disfruté nada y todo fueron problemas. Y esa mala experiencia en el Jaén me hizo dar el paso definitivo y dar un cambio drástico a mi vida. No obstante, tras jugar en el Camp Nou, reconozco que esa idea ya rondaba a menudo por mi cabeza», confiesa Astrain.

Nació en Madrid «por casualidad» y se crió en Almería, donde vive toda su familia. Hay una excepción. Su hermano Miguel, un año menor que él, vive en Cartagena y es anestesista en el hospital de Santa Lucía. «Cuando terminó el MIR le salieron ofertas de Cádiz, Jaén y Cartagena. Me pidió consejo y le dije que su sitio era Cartagena. Me hizo caso y allí está, encantado de la vida», cuenta Astrain por teléfono desde Bali. Allí vive junto a su novia, «medio holandesa y medio indonesia», en una zona donde son mayoría los extranjeros y abundan los turistas, «que suelen venir a pasar una semana o diez días de vacaciones y es verdad que sueles ver gente muy desfasada por esta zona de Bali», admite. Pero, en general, es un sitio «fantástico y recomendable para vivir, con gente muy sana y de carácter abierto, como en España». Además, es el único sitio «no musulmán» de Indonesia, dice el madrileño.

Atleti, Villarreal y Osasuna

Astrain empezó a dar patadas al balón con 8 años en las bases del Almería CF. Un ojeador del Atlético de Madrid lo vio y pronto se lo llevó a la cantera colchonera. «Los siete años que pasé en las categorías inferiores del Atlético de Madrid me formaron como persona. Lo que soy se lo debo a ese club», señala. Con 18 años empezó a peregrinar por toda España. Cada año, un equipo nuevo. Pinto, Móstoles, Pontevedra, Villarreal B, Osasuna B, Córdoba, Écija, Cartagena y finalmente Jaén. ¿Su mejor año? «Me quedo con el del Cartagena. El grupo que hicimos, y que aún sigue en contacto, fue una piña. En lo deportivo logramos cosas importantes en Liga y en Copa, muy meritorias por los problemas que había a nivel extradeportivo. Sigo en contacto con todos los compañeros del Cartagena a través del grupo de whatsapp que sigue activo. Y a Limones le digo que este es el año y que no se puede escapar el ascenso. Además, siempre que voy a España bajo a San Pedro del Pinatar y visito a Mariano Sánchez y a Fran de Paula», revela Astrain.

¿Qué pasó para que, con solo 27 años, dejara el fútbol? «Lo tenía madurado y el verano de 2015 hice el camino de Santiago con mi hermano y luego nos fuimos de vacaciones a Indonesia, Malasia y Singapur. Me enamoré de aquella zona y un mes después de aquellas vacaciones me saqué un billete y me fui para allá, a la aventura. En principio, iba a jugar al fútbol. Firmé por un equipo de Indonesia, pero solo duré unos días. No me convencía ni el proyecto deportivo ni el tema musulmán. Además, me di cuenta de que el fútbol ya no me motivaba», reconoce.

Al poco tiempo, «empecé a trabajar de modelo [maniquí para catálogos, ya que no hace pasarela] en algunas cosas pequeñas que salían. Y todo ha ido muy rápido. En un solo año he trabajado bastante en Bali y Singapur, en anuncios para televisión, en fotos para revistas y catálogos de moda y en contratos con marcas de ropa europea que también se abren mercado en Asia. Ahora también estoy trabajando para Holanda y me han llamado de España, pero de momento no voy a ir a Europa. Quiero seguir por Asia. En Indonesia viven 280 millones de personas y tengo mucho trabajo aquí. No me quiero mover», resume.

Anuncia tabaco

Su último trabajo, en el que es el protagonista de un anuncio de televisión de una conocida marca de tabaco, ha hecho que «cuando voy a Yakarta [capital de Indonesia con casi 10 millones de habitantes] mucha gente me reconozca por la calle», dice. El paquete de tabaco cuesta 1 euro en Indonesia, «y aquí todo el mundo fuma, menos yo», detalla. «Es una industria que mueve mucho dinero, no está prohibida la publicidad de tabaco, como hace 30 años en España, y además se fuma en todas partes. Se fuma a todas horas en bares, discotecas, ofinas..., como también pasaba antes en España», explica.

Astrain ya no se ve jugando al fútbol. «Recibo ofertas de equipos de aquí, porque juego en Ligas a nivel amateur y ven mi nivel y me quieren llevar a clubes de la zona. Pero las rechazo. El fútbol, como todo en Indonesia, es un poco caótico. No hay una Liga como tal. Hay campeonatos de dos meses y otros de diez, pero no hay una regulación ni está profesionalizado al 100%. Aún así, está creciendo y lo que sí voy a hacer es empezar a trabajar con una empresa española de intermediarios y voy a traer jugadores españoles de Segunda B a Singapur, Indonesia y Malasia. Es una forma de seguir conectado con el fútbol, ya que ahora apenas veo partidos, sobre todo porque no me quedo hasta las dos o las tres de la mañana [en Bali hay seis horas de diferencia con España] para ver al Madrid o al Barça. Sigo los resultados y sí que estoy atento a lo que hacen los equipos en los que jugué».

Fue futbolista y ahora es modelo. Dos profesiones que posiblemente firmarían el 90% de los hombres. ¿Son tan parecidas? «No voy a negar que la vida del futbolista es cómoda, aunque si tienes otras inquietudes, quieres viajar y tener tiempo para hacer otras cosas lo tienes difícil. Y lógicamente no es lo mismo estar en Segunda B [él estuvo muchos meses sin cobrar en Cartagena y Jaén] que en Primera. Trabajar de modelo tampoco es lograr dinero fácil ni que todo sea un camino de rosas. Los rodajes y sesiones duran muchas horas y hay momentos en los que te ves un poco desbordado de trabajo. Pero es cierto que se gana dinero, que viajas mucho, que conoces culturas y gentes de todo el mundo y que dispones de bastante tiempo libre para hacer lo que te gusta», responde Astrain.

Él no esperaba tener tanto éxito cuando empezó a trabajar de modelo en tierras asiáticas. Pero allí gusta especialmente. «Hay mucha mezcla y ves mujeres mestizas muy bellas. En cuanto a los hombres, es verdad que lo latino aquí gusta mucho, ya que se ve como exótico y distinto. Lo de fuera gusta especialmente, pero eso es algo que suele pasar en todos los países», opina Astrain, el hombre que cambió el terreno de juego por los books y los platós.

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