Belmonte explota y tilda de «cachondeo» la polémica

Cansado y «aburrido» del monotema arbitral, Luis Carrión compareció anoche para analizar la derrota del Cartagena en Anduva (2-1), con preguntas centradas en la mayoría por el polémico penalti de Jairo Izquierdo, que el colegiado González Francés señaló [a instancias del VAR] por tropezar sin querer con Salinas. «Dejamos el juego cada vez más al azar, de tener la suerte de que un balón no te dé en la mano, no pisar a nadie [....] Cambian las normas 70 veces al año, no sé ni qué normas hay y es una mierda [...] Cada vez cuenta menos la opinión del árbitro porque tiene una máquina ahí que le dice», aseguró Carrión, muy crítico y que invitó al estamento arbitral a «replantearse» estas cosas. Se mordió la lengua.

Ese penalti «nos saca del partido», lamentó Carrión, igualmente crítico con esa bajada de brazos de su equipo, que costó el 2-0 minutos después. El entrenador del Cartagena fue además autocrítico [«me equivoqué», dijo] y ni siquiera el golpe de casta de los suyos en el descuento le contentó. Esa reacción llegó «tarde y mal», en el descuento y con más corazón que cabeza.

El penalti sí hizo explotar públicamente hasta al presidente, Paco Belmonte, muy directo en las redes sociales por la polémica actuación de González Francés en Anduva: «¿Qué cachondeo es este, RFEF?», se preguntó.

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