Marc Carreras, CEO de Iqua Robotics; César Martínez, CEO de Utek; el profesor de la UMU Humberto Martínez, Christer Heideman y Javier López, de Navantia.P. Sánchez / AGM
La industria naval de defensa pone el foco en los avances alcanzados por los vehículos autónomos
Evento ·
Expertos de prestigiosas empresas innovadoras analizan en Cartagena la importancia transformadora de sus proyectos en seguridad y su creciente aplicación en transportes no tripulados por parte de la Armada
S. Triguero
Sábado, 8 de marzo 2025, 07:19
El conflicto armado entre Ucrania y Rusia sólo ha hecho confirmar el poder transformador que están teniendo los sistemas autónomos de defensa en las operaciones militares navales y terrestres. En este caso, los vehículos navales no tripulados utilizados por Ucrania están teniendo un papel protagonista, pese a ser Rusia un país con más recursos.
Este es el triunfo de la tecnología y la innovación aplicada al uso de la seguridad y la defensa, tema que ocupó el último panel desarrollado en el Congreso Europeo Sobre Industria Naval de Defensa, que se ha celebrados los días 6 y 7 de marzo en el Auditorio y Palacio de Congresos El Batel en Cartagena, con la aportación de numerosos expertos y la coorganización de DG DEFIS, la European Network of Defence-related Regions (ENDR), el Instituto Nacional de Fomento de la Región de Murcia (Info) y Caetra.
Los avances alcanzados en el sistema naval automatizado sin tripulación marcaron el panel de expertos moderado por Javier López, director de Asuntos Europeos de Navantia, que explicó a modo de introducción la importancia que está teniendo trabajar de forma colaborativa en el desarrollo de prototipos a los que se pueden ir añadiendo innovaciones. «Navantia es un ejemplo del acierto que supone incorporar la interoperabilidad a los sistemas de control de estos vehículos autónomos y que está permitiendo atender a las diferentes Armadas europeas», aseguró el responsable de la empresa de construcción naval, civil y militar, con una de sus sedes en Cartagena.
Casos de éxito
Abrió el panel Christer Heideman, director european naval en I+D con más de 30 años de experiencia en el área de negocio del diseño naval en Suecia. Precisamente el país escandinavo, dada su cercanía con Rusia, presenta una configuración de defensa marítima compleja. El experto explicó que el futuro de la defensa naval pasa por el multidominio y la proyección de sistemas autónomos no tripulados adicionales. «La autonomía naval ofrece un gran potencial, pero ésta tiene que ser fiable, para lo que debemos mejorar en nuestra percepción, control y toma de decisiones», aboga Christer Heideman, que considera crucial la recopilación y puesta en común de datos para mejorar estos sistemas y continuar implementando sus características.
En este punto, el experto sueco augura que la intervención de la IA será fundamental. Ya lo está siendo a la hora de transferir conocimientos para coordinar sistemas de control que sean capaces de gestionar situaciones navales complejas, la gestión de las flotas navales o los centros de control remoto. «Todo tiene que estar interconectado», asegura Heideman, que puso como ejemplo algunas pruebas realizadas con gran exactitud y eficacia con vehículos navales no tripulados dirigidos desde un centro de control a 2.000 kilómetros.
Recogió el testigo Humberto Martínez Barberá, profesor de la Universidad de Murcia y experto en robótica, que expuso los avances alcanzados por su empresa Octopus Robotic a la hora de monitorizar vehículos submarinos. Entre los usos significativos de este software está su aplicación oceanográfica, la posibilidad de crear mapas de calor de manera inmediata a partir de sensores multiparámetros que trabajan a tiempo real. Por ejemplo, deteniéndonos en sus aplicaciones en defensa en un buque submarino, el software permitiría realizar un mapa del fondo marino y detectar objetos escondidos. Esto a su vez permite encontrar daños en una embarcación o incluso detectar alguna entrada de agua.
Actualmente se está entrenando al algoritmo para detectar minas e identificar si son falsas, así como en un dispositivo capaz de desactivar frecuencias y hacerlo de forma selectiva e incluso en la suplantación de objetos en el fondo marino.
Indudablemente, Martínez Barberá defendió la aplicabilidad de este tipo de sistemas en vehículos navales autónomos no tripulados.
Como esta tecnología es dual, se ha demostrado que este mismo software permite desde inspeccionar líneas de amarre hasta localizar bancos de peces.
El siguiente en tomar la palabra fue César Martínez, CEO de Utek, pequeña empresa con sede en Madrid centrada en el desarrollo de vehículos de superficie y marítimos no tripulados y dirigibles atados para vigilancia aérea. Con 35 años de experiencia en el sector espacial y de la defensa, Martínez y su equipo han logrado sacar adelante proyectos como Kunai, el USV desarrollado para detección de amenazas acuáticas del programa Simbaad del Ministerio de Defensa y que ya está evaluando La Armada.
Otro proyecto es Kaluga, el barco autónomo 100% español del que UTEK se está encargando de la coordinación y el desarrollo de las capacidades no tripuladas.
Entre los nuevos desarrollos de esta empresa también destaca una boya dinámica que trabaja con motores eléctricos con la idea de que pueda detectar sensores marítimos y de superficie.
Cerró la orden de intervenciones Marc Carreras, CEO de Iqua Robotics, empresa especializada en la comercialización de vehñiculos submarinos autónomos y la creación de soluciones innovadoras a medida en materia de robótica submarina.
Explicó el experto que su empresa con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Girona ha logrado importantes avances en proyectos como Sparus II AUV, un vehículo submarino autónomo, reconfigurable e impulsado con un área de carga útil y con capacidad para navegar hasta 200 metros de profundidad, lo que, por sus características, lo hacen ideal para la investigación del fondo marino, especialmente cuando es preciso adquirir imágenes de alta resolución en un tiempo muy corto, reconstruyendo el objeto que se ha encontrado con gran realismo.
El otro proyecto es el Girona 500 AUV, un vehículos submarino autónomo que añade más capacidad que su predecesor y que permite navegar hasta 500 metros de profundidad.
En ambos casos, la Armada se ha mostrado interesada por la aplicación que tienen ambos proyectos en la guerra antisubmarina, por la incorporación de medidas contra minas y como registradora de datos. Una vez más, la IA ha permitido avanzar en otras aplicaciones para poder mapear dónde están las municiones en un vehículo oponente.
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