En España hay agua para todos

Lamentablemente, hoy el agua se ha situado en el centro del debate por las graves consecuencias que los sucesivos episodios climáticos y los caudales torrenciales generados por los mismos han causado a nivel material, humano o medioambiental.

Son ya muchos los años que desde la Región de Murcia venimos trabajamos para optimizar su uso, potenciar su reutilización y garantizar el abastecimiento al sector agrario, al industrial, y también a los propios consumidores.

Hoy podemos reivindicar con justificado orgullo que nuestra comunidad autónoma es líder mundial en depuración de agua con 212 litros regenerados por habitante al día. A ello sumamos el gran logro que supone que en la Región de Murcia regeneremos el 99% de las aguas residuales y pongamos a disposición de los usuarios, de manera directa o indirecta, hasta el 98%, frente al 11% de media en España, y el 5% de reutilización en la Unión Europea.

Una situación que nos permite poner a disposición de las comunidades de regantes cerca de 120 hectómetros cúbicos cada año, contribuyendo así al cuidado medioambiental, a la correcta gestión de los recursos y al mantenimiento de la actividad agrícola.

Todo ello gracias a la inversión de 1.300 millones de euros que hemos realizado en los últimos 25 años, que nos ha permitido mantener la excelencia en la gestión del ciclo del agua. Pero también, y no por ello menos relevante, gracias a la aportación del Trasvase Tajo-Segura a lo largo de sus 46 años de vida. Una infraestructura que, desde su puesta en marcha, ha permitido vertebrar en materia hídrica el Levante español, posibilitando su desarrollo económico, social y medioambiental.

Basta con repasar las cifras para comprobar la magnitud de la mayor herramienta de solidaridad interterritorial que funciona en España. Una infraestructura que mantiene 147.000 hectáreas de regadíos en el Levante, riega 55 millones de árboles frutales y cítricos, da empleo a más de 105.000 personas y abastece a más de dos millones y medio de habitantes.

Así, si nadie cuida el agua como nosotros y contamos con el Tajo-Segura como sistema más fiable y rentable para abastecer al Levante, ¿qué es lo que realmente amenaza la estabilidad hídrica del Sureste español? La respuesta es sencilla, a la par que descorazonadora.

Desde mediados de 2018, tenemos frente a nosotros a un Gobierno central que, en lugar de remar en la misma dirección en política hidrológica, hace más bien al contrario. Pedro Sánchez y sus socios llegaron a la Moncloa con la premisa clara de terminar no con los trasvases, sino con el Tajo-Segura, específicamente.

Nadie cuestiona la conexión de cuencas en otros puntos de España, ni siquiera el envío de agua a Portugal en volúmenes tremendamente superiores a los que necesita el Levante. Sin embargo, la conexión de la cuenca del Tajo con la del Segura parece ser la única que solivianta al Gobierno de España y sobre la que han centrado todos sus ataques.

La nueva planificación hidrológica del Tajo aprobada por el Ministerio contempla el incremento de los caudales ecológicos en el tramo de Aranjuez, lo que supondrá elevar la lámina de agua en esta zona sólo dos centímetros pero conllevará la reducción de un 50% de los aportes del Tajo al Segura.

Esto supone dejar de trasvasar 100 hectómetros cúbicos anuales al Levante y, además, provocará la pérdida de 25.000 empleos, 20.000 hectáreas de cultivo, más de 120 millones de euros al año en producción, y de 800 millones de euros del PIB anual de la Región de Murcia. Frente a este permanente e injustificable ataque, sólo podemos ampararnos en la ciencia y los criterios técnicos, defender la solidaridad y el consenso, y combatir de la mano de la justicia contra aquellos que nos atacan movidos, únicamente, por cuestiones partidistas.

Para ello debemos ser capaces de alcanzar ese gran acuerdo que dé certidumbre a los regantes, agricultores y consumidores. La solución pasa por un Plan Hidrológico Nacional en el que se contemplen las inversiones necesarias que permitan avanzar en la regulación, almacenamiento y distribución del agua. Todo ello sin prescindir de las infraestructuras existentes, porque los ciudadanos de la Región de Murcia no somos españoles de segunda.

Está más que demostrado que hay agua suficiente, pero falta el compromiso de regular los recursos y el abastecimiento, garantizando las actividades agrarias y el desarrollo de los núcleos rurales. En las últimas semanas, toda España ha encadenado numerosos episodios de lluvia que han evidenciado las carencias en muchas zonas del territorio nacional para poder controlar el transcurso de las mismas y su posterior almacenamiento y gestión.

Hoy más que nunca, queda patente que en España sí hay agua de sobra para todos. Sólo falta la voluntad política para hacer que ese bien común sea compartido por el conjunto de los españoles de manera igualitaria, solidaria y sostenible. Y en hacer realidad ese propósito estará siempre volcado, con todas sus fuerzas y hasta donde haga falta llegar, el Gobierno de la Región de Murcia.

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