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Pedro Saura lleva 16 meses en un cargo de casi infinitas obligaciones, en el puente de mando del portaaviones del Ministerio de Fomento. Como secretario de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda acumula más competencias de las que tuvieron sus antecesores. Tiene bajo su supervisión ocho secretarías y direcciones generales, además de una docena de organismos autónomos y agencias, entidades públicas y sociedades estatales como Adif, Puertos del Estado, Aena, Renfe, Cedex y Enaire.
En un Ministerio tan poliédrico, la mayoría de cosas y casos que suceden a diario en España tienen alguna relación directa o tangencial con su departamento, incluido el drama de la emigración que implica a la Comisión Nacional de Salvamento Marítimo, también bajo su supervisión. La gestión de la crisis del buque 'Open Arms' de este verano y del 'Aquarius' en el anterior pasaron por su despacho. Pedro Saura considera su trabajo apasionante y lo disfruta a tiempo completo, aunque tanta obligación le eclipsa los pocos días de vacaciones y los fines de semana.
Valora tener una visión del país tan amplia. «No te das cuenta de lo mucho que abarca este Ministerio hasta que estás dentro», comenta el cabeza de lista del PSOE por Murcia. Saura es un veterano de la política, a la que está dedicado desde los tiempos de Carlos Collado. Conforme disminuía su visibilidad en la primera línea de la política regional, ha crecido su protagonismo en la escena nacional, tanto en las Cortes como en el Gobierno. Ahora se dispone a sudar la camiseta, otra vez, con las encuestas a favor pero con la incógnita de la gobernabilidad. «El PSOE siempre gana dos puntos en la recta final de la campaña», señala a 'La Verdad', que compartió una jornada de trabajo con el secretario de Estado.
Un gran salón del Hotel Meliá Princesa habitado por empresarios, abogados, auditores, consultores, financieros y constructores, en definitiva la flor y nata del negocio de las infraestructuras, las redes digitales, la movilidad y el transporte, aguarda la intervención del número dos del Ministerio de Fomento, el murciano Pedro Saura. Es el encargado de inaugurar el congreso de Investructuras, el foro más importante del sector, que este año reúne a más de 200 asistentes que representan a un centenar largo de empresas públicas y privadas que buscan contratos y claves de la política inversora del Gobierno. Saura comparte un café con el director general de Aena Javier Marín y los organizadores del Congreso. Marín aprovecha el encuentro para informarle de que el aeropuerto de Corvera ha superado el millón de pasajeros por lo que Aena ha cumplido sus previsiones antes de tiempo y empezará a pagar el canon a la Comunidad Autónoma.
Pedro Saura, profesor de Fundamentos de Análisis Económicos de la universidad de Murcia, empezó en política hace más de 25 años como concejal de Torre Pacheco, y se desenvuelve como pez en el agua en este foro de inversores, en el que satisface la curiosidad y los interrogantes de su cualificada audiencia. Va directo al grano explicando las prioridades y las nuevas tendencias para que su auditorio sepa dónde colocar su dinero. «Hay que invertir más, pero de otra manera. El Ministerio está preparando un plan de movilidad basado en la política moderna de transportes que se merece España», expone. «Hay que reorientar las infraestructuras de nuestro país hacia la movilidad, porque afecta de lleno a la productividad». Sostiene que España tiene un 'stock' de infraestructuras que hay que rentabilizar a través de la digitalización, las nuevas tecnologías y la transición ecológica. Alerta sobre la «deseconomía de aglomeración» asociada, por ejemplo, a los colapsos de tráfico que se producen en grandes urbes como Madrid y que merman la productividad. ('Deseconomía': todos los días se aprende algo nuevo).
El Ministerio de Fomento maneja una inversión anual de 15.000 millones de euros, tres veces el presupuesto de la Comunidad Autónoma de Murcia. Saura no pierde ocasión de recordar que la licitación de obra pública «ha crecido un 90% en los 16 meses que lleva gobernando el PSOE, principalmente en Adif y Renfe».
El coche oficial, un híbrido, nos recoge en la puerta del hotel, rumbo al Ministerio. Su jornada comienza habitualmente a las 8 de la mañana y termina a las 10 de la noche. El trabajo de despacho, los informes y las reuniones consumen su tiempo. Hay días que preside o participa en seis sesiones. Apenas viaja para revisar el estado de las obras, tarea que asumen los responsables de cada departamento. Además, no tendría tiempo para conocer 'in situ' cada proyecto.
Saura reside en el Barrio de las Letras, cerca del Congreso de los Diputados, y tiene la suerte de compartir la ciudad con sus hijos gemelos de 25 años. Apenas desconecta. Ha perdido peso debido a la carga de trabajo y las preocupaciones, lo cual le quita el apetito a menudo. No tiene tiempo para el deporte, solo squash esporádicamente. Algunos domingos camina hasta el Ministerio con ropa de sport y se mete en el despacho a repasar documentos.
Recorremos un Madrid muy transitado y Pedro Saura desgrana la nueva política que quiere implementar el PSOE si sigue en el Gobierno. Explica que el Ministerio de Fomento, cuyo nombre parece más asociado al cemento que a la dinamización de la economía, pasará a llamarse Ministerio de Transportes y Movilidad, más acorde con los retos del futuro. Dirige sus reflexiones hacia Renfe y Adif; el primero está preparado para competir en un mercado liberalizado, y el segundo se va a convertir en una Aena, para que las redes ferroviarias y las estaciones funcionen como los aeropuertos.
Viaja a menudo a Cataluña. «Este Ministerio es muy importante en Cataluña, las relaciones podrían ser mejores», dice. Siguió al minuto los graves incidentes en Barcelona, donde los exaltados intentaron tomar el aeropuerto de El Prat. Estuvo en contacto permanente con el presidente de Aena, Maurici Lucena, y el director general Javier Marín.
Las obras del túnel de Recoletos discurren varias decenas de metros bajo su despacho del Ministerio. Le acompañan el secretario general de Infraestructuras Julián López Milla, que fue diputado del PSOE por Alicante, y el director general de Conservación y Mantenimiento de Adif Ángel Contreras, junto a un equipo de asesores y técnicos. En la conversación se cuela el soterramiento de Murcia, un proyecto conocido en todo el Ministerio por razones obvias. Un clásico. La comitiva baja a las entrañas del túnel y observa desde un tren de obra los trabajos de renovación de este subterráneo que une Atocha y Chamartín con 500 trenes diarios. «Ahora hay mucho dinero y existe interés por invertir en infraestructuras y movilidad», comenta Saura, quien apunta que solo hay tres políticos en la cúpula del Ministerio: Ábalos, López Milla y él mismo. «Normalmente no hay economistas en estos puestos del Ministerio», dice refiriéndose a él y a López.
Su despacho tiene una amplia perspectiva del Paseo de la Castellana y una relajante visión de los jardines interiores de Nuevos Ministerios. Tiene la primera reunión sobre seguridad aérea, a la que asiste su mano derecha, Francisco Ferrer Moreno, director de gabinete. Ambos forman el 'lobby murciano' del Ministerio. Siempre que hay ocasión, el ministro comenta que Murcia es una de las regiones que mayor volumen de inversión recibe y es fácil adivinar el motivo. Este año se licitarán obras por valor de 700 millones de euros en ferrocarril y autovías.
En la reunión participan los máximos responsables de Transportes, Enaire, Aviación Civil y Aesa. Es de carácter reservado, como otras citas de ese día, debido a la naturaleza 'sensible' de los asuntos a tratar. «La seguridad en el espacio aéreo está creciendo. Vamos a un cielo único europeo que ayude a resolver problemas medioambientales, de seguridad y congestión. Existe un margen de mejora optimizando los vuelos», comenta mientras se dirige a la sala.
Antes de la siguiente reunión, Pedro Saura hace una pausa y chequea la agenda con su secretaria Luisa Rodríguez, quien ha trabajado con cuatro secretarios de Estado desde el año 2004. Entre medias le llama el presidente de Puertos del Estado, Salvador Antonio de la Encina, y en la conversación se alude al puesto vacante de la Autoridad Portuaria de Cartagena, que depende del presidente murciano López Miras. Sin novedad. Las paredes están pobladas por cuadros de la colección de Enaire. La sala de juntas está flanqueada por grandes mapas de carreteras, ferrocarriles y aeropuertos. Las estanterías acumulan miniaturas de trenes y aviones, placas de agradecimientos, colecciones y por supuesto libros. Saura escoge 'El triunfo de las ciudades' de Edward Glaeser, y ahonda en la tesis de que «no todas las infraestructuras hacen de palanca para la convergencia. California, por ejemplo, es la cuarta economía del mundo y no tiene ni un kilómetro de AVE», apostilla. (¿Será que viajan en avión, dadas las enormes distancias en EE UU?) Acto seguido se sumerge en la reunión con el secretario general de Infraestructuras y el director general de Carreteras, Javier Herrero.
El secretario de Estado firma una pila de documentos que le entrega Luisa y que han sido supervisados previamente por él y sus asesores. Con varios de estos se reúne a almorzar en Casa Heliberto, a un tiro de piedra de Nuevos Ministerios. Es un local típico de comidas donde Saura y sus asesores aprovechan para comentar la jornada e intercambiar impresiones alrededor del menú del día.
A mitad de los postres, Saura se marcha al Ministerio de Economía para participar en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos que se celebra todos los jueves por la tarde y a la que acuden ministros y secretarios de Estado. Es el cónclave más importante después del Consejo de Ministros, donde se toman decisiones importantes para la vida del país. Los miércoles por la tarde asiste a otra reunión de subsecretarios y secretarios para preparar los asuntos que irán a los Consejos de Ministros.
Saura afronta la última reunión del día con el director de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, Pedro María Lekuona, quien le explica el nuevo plan de cruce entre vías. Quedan 855 en la red convencional, 13 en la Región de Murcia. El objetivo es reforzar la seguridad y protección de los viajeros. Lekuona también le informa del apagón del sistema analógico de seguridad ASFA, y su paso al digital. La Agencia conoce bien el soterramiento en Murcia, ya que no permitió que el paso a nivel de Santiago el Mayor estuviera abierto durante las obras. El accidente del Alvia en Galicia endureció toda la normativa sobre seguridad.
Saura finaliza la jornada despachando con su jefe de gabinete, Francisco Ferrer, que le pone al corriente de asuntos de seguridad. También suele aprovechar ese momento para firmar más documentos, y hablar con el ministro o con Diego Conesa secretario general del PSOE murciano. Preparado para meterse de lleno en la campaña electoral, ese fin de semana viaja a Torre Pacheco en el coche familiar, que a veces conduce su mujer Pilar, lo cual le permite hacer gestiones 'in itinere'. Un conocido le preguntó en cierta ocasión a Saura con desparpajo: '¿Tú qué haces exactamente en Madrid?'.
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