La ciudad no era para él
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Creo que la desastrosa campaña electoral del PSRM debería enseñarse en las facultades de Ciencias PolíticasSe cumplieron los pronósticos y Pepe Vélez ha llevado al PSRM a un fiasco difícilmente recuperable, y lo peor es que lo logra después de treinta años de Gobierno de los populares y tras ser avisados él y su partido por periodistas, columnistas y ciudadanos ... de que iban a la debacle. Les dio igual. La cosa es tan simple como que si presentas a un buen candidato tendrás un buen resultado y si lo presentas malo te darás el batacazo. Pepe Vélez ha demostrado desde el primer momento que el encargo le venía grande y que su talante no era precisamente integrador en un partido complicado como el Partido Socialista murciano, pero, ¿a qué se debe la debacle?
La historia reciente. Cuando el cisma-ejecución-resurrección de Sánchez, dos hombres en Murcia fueron bendecidos por el líder: Conesa y Vélez. El PSOE estaba roto y ambos próceres procedieron a purgar todo aquello que oliera a traición. Después del apuñalamiento público de Sánchez al más puro estilo Julio César, fueron a por todos/as aquellos que apoyaron a los rivales del líder supremo. Pero tras la purga, estos dos aprovecharon para laminar a algunos más por ser gente de buen nivel y por tanto una amenaza para ellos. En el partido no les tosía nadie. Tras caer Conesa -muchos dicen que Vélez tuvo un papel fundamental en que los comentarios de éste sobre Bolaños llegaran a Madrid-, el de Calasparra llegó a la gran ciudad y no entendió, como Feijóo, que estaba en una división superior. Hoy día, en un ayuntamiento no te toca ni Dios. Y ojo, vale para todos los partidos.
Cuando un candidato/a gana la alcaldía no lo sacan de ahí ni los GEO, porque se montan unas redes clientelares tremendas y porque los opositores no se atreven mucho porque les pueden hacer la vida imposible. Controlas la tele local y listo, a vivir. Pero liderar la oposición en Murcia, la región más conservadora de España, con esa apisonadora que es el PPRM, que lleva treinta años gestionando 5.000 millones de napos, una región con dos periódicos, multitud de emisoras, columnistas y periodistas que no te bailan el agua, no es cosa fácil. Pretender, como te pasaba en tu pueblo, que todo el mundo te haga la ola es un error. Pero ahí viene lo malo, cuando uno viene de estar acostumbrado a vencer en lugar de convencer y quieres seguir haciéndolo en un ámbito que te supera, el resultado no puede ser bueno. El ascenso le ha venido grande.
La estrategia. Pues eso es, que no ha habido estrategia ni proyecto político. Desde el minuto cero Vélez dejó huérfano a su electorado intentando empatizar desesperadamente con el sector más duro del agro en una especie de 'agua para todos B' que no logró llevar a buen puerto. Por si fuera poco, iba en la línea contraria a Madrid, mientras tanto los votantes de centro izquierda que esperaban un partido socialista defendiendo el Mar Menor se decepcionaron. La línea política que había tirado le salió mal y, no nos engañemos, el partido estaba 'partido'. El calasparreño fue elegido secretario general en un proceso electoral al que solo acudió el 40% de la militancia. Más de la mitad del partido (el 60%) estaba en su casa y, lo peor, eran las mejores mentes, los más preparados. Vélez se rodeó de una panda de fieles de bajo nivel y algunas supuestas 'tuitstars' que vendían más humo que otra cosa. Y ahí vinieron los bandazos: que si acudir a la manifestación de los tractores en contra de su propio Gobierno, que si Carmina Fernández al más puro estilo Ingenio diciendo que «el Mar Menor estaba perjudicando a la agricultura», y para rematar, el peor error, el PSOE se abstuvo en la comisión de garantías salvando a su rival, el PP, de una condena pública de la UE por ecocidio. A los dos días, Marcos Ortuño salió enfrentándose a la Fundación Ingenio diciendo que la laguna costera estaba plagada de nitratos. Mucho más de lo que nunca hizo Vélez.
Para rematar, un debate en el que, una vez más, no comunicó bien porque leía y la entrevista de La 7 de «déjenme engañarles yo durante cuatro años». Además, su imputación sigue viva, algunos dicen que por eso se ha prodigado poco en medios y escenarios de la capital. Otro fallo. Cuando las cosas no van bien los políticos se bunkerizan y se rodean de unos pocos fieles que les dicen que sí a todo. ¿Que las encuestas iban mal? Encargó una a una dudosa empresa sevillana que le daba ganador. ¿Su imputación? Vélez no supo sobreponerse a que no fuera archivada desapareciendo y evitando el contacto con los medios por ese tema. El escenario capitalino le resultaba incómodo, se ha prodigado poco, daba la sensación de que le venía grande. Y para rematar, la traca final, el escándalo de Albudeite donde no cesó a los responsables, otro error. En suma, un PSRM agro, un PPb, el PPb-lez, olvidando a su votante y dejando a sus mejores mentes en casa. ¿Qué podía salir bien?
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