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R.P.
Domingo, 4 de octubre 2020, 08:20
Cambiar de casa es algo relativamente frecuente y es que, la idea de permanecer siempre en la misma vivienda, puede chocar con el devenir de los acontecimientos. La situación personal o laboral, la aparición de nuevas necesidades o la simple inquietud de conocer nuevos lugares son algunos de los motivos que suelen inspirar una mudanza.
Abordar la tarea va más allá de la estampa de cajas amontonadas, idas y venidas o agotamiento tras un largo día de traslado. Para que todo sea perfecto no solo importa el dónde o el con quién, sino el cómo, el cuándo y el qué. Y es que cambiar de casa es, por lo general, una decisión meditada para la que no está de más aplicar ciertos consejos.
Resulta algo básico pero antes incluso de pensar en la mudanza hay que tener claro dónde será el traslado. Más allá de la casa en sí, es importante que tengas en cuenta aspectos como el precio de la vivienda en la zona, el acceso a los servicios, los transportes, los vecinos… Informarse antes de dar el paso de cambiar de casa puede ser determinante para evitar sorpresas.
Si la determinación es firme, una de las cuestiones que más pueden ayudar en una mudanza es organizar un calendario de tareas. Conviene hacerlo con tiempo, entre otras cosas, por si surgen imprevistos. En esa checklist deben estar incluidas, entre otras cosas, cuestiones como la jornada o jornadas a dedicar para empaquetar las pertenencias, las tareas a acometer en la nueva vivienda, la contratación de la empresa de transporte o el alquiler de una furgoneta.
Ya sea en un pequeño apartamento o un amplio chalet, nunca está de más contar con apoyo logístico. Amigos y familiares son lo primero que viene a la mente aunque cada uno tiene sus propias responsabilidades. Avisar con tiempo para intentar cuadrar agendas y saber qué puede aportar cada uno, facilitará la tarea de cambiar de casa.
Recurrir a una empresa experta es la alternativa más factible si no disponemos de ayuda entre nuestros allegados o, sencillamente, queremos tener garantías de que la mudanza se hará en tiempo y forma. Este tipo de profesionales ofrecen diferentes servicios que pueden ir desde el mero traslado de los enseres, hasta el embalaje total de las pertenencias, pasando por el montaje y desmontaje de muebles.
El presupuesto, eso sí, varía entre unos y otros aunque cuestiones como la distancia a recorrer o si la finca tiene o no ascensor, también pueden influir en el precio final.
Elegir el fin de semana para hacer una mudanza es una práctica habitual. Sin embargo, hay empresas que ofrecen a sus trabajadores días por mudanza, sobre todo, si el traslado se debe a motivos laborales. No obstante, muchas compañías ofrecen estas jornadas libres, incluso, cuando la idea de cambiar de casa no tiene que ver con el trabajo.
Cambiar de casa brinda la excusa perfecta para 'aligerar' el equipaje. Una mudanza implica pasar revista a todas nuestras pertenencias, muchas de las cuales, pueden llevar tiempo olvidadas en un cajón, el fondo de un armario o similares. Lo más recomendable es seleccionar aquellas que vayan a venirse con nosotros y, el resto, descartarlas o donarlas.
Por otro lado, también es un buen momento para hacer una limpieza general, tanto del hogar que dejamos como de aquel en el que nos vamos a instalar.
Embalar es una tarea inherente a cualquier mudanza, pero en este capítulo no todo vale. Es importante organizar bien las cajas, compensando el peso y protegiendo aquellos enseres más delicados. Además, identificarlas mediante etiquetas o el nombre en el exterior será de lo más útil para su posterior colocación.
Aunque un buen inventario facilitará la tarea de desempaquetar las pertenencias una vez concluida la mudanza, es importante tener un 'kit de emergencia' a mano. Algo de ropa, útiles de aseo básicos o, incluso, enseres para cocinar pueden ser todo lo que necesitemos para desembarcar en nuestra nueva casa y sobrevivir a las primeras noches sin agobiarnos por no haber organizado todo.
La contratación de los suministros es algo sencillo que, sin embargo, puede pasarse por alto en una mudanza. Si el traslado es a una vivienda de segunda mano es posible que no tengamos que preocuparnos por dar de alta la luz o el gas aunque sí de cambiar su titularidad. En todo caso, sí que es recomendable avisar al proveedor de internet, por ejemplo, para hacer el cambio antes de instalarnos.
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