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Domingo, 28 de enero 2024, 10:45
Cieza se precia de albergar el mayor descubrimiento geológico y espeleológico de las últimas décadas, la Cueva del Arco. Ya nadie duda de que cuando el estudio concluya dentro de unos años, se convertirá en uno de los puntos clave de todo el planeta en cuestión de turismo cultural e histórico.
La cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas alrededor de un gran arco de roca natural, en el Cañón de Almadenes. La cavidad sellada durante decenas de miles de años abre en Cieza una puerta sublime a la Prehistoria y desvela un espacio único para el estudio internacional del Paleolítico, pues en este lugar ya se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico antiguo (7000 años), Solutrense (21000 años), Gravetiense (30000) y Musteriense (50000), constituyendo uno de los escasos yacimientos del mediterráneo peninsular en los que se puede documentar la transición entre los neandertales y los humanos modernos.
La formación del enclave debió estar relacionada con flujos profundos, posiblemente termales, pero sin relación directa con el exterior, por lo que la convierten en un ejemplo singular para la evolución geológica de los acuíferos de la zona. La «cavidad única», como ha sido catalogada por el catedrático de Geodinámica Externa de la Universidad de Almería, José María Calaforra, es un «espacio virgen», sin alteración humana, que otorga una «oportunidad sin igual para la investigación paleoclimática y el avanzar en el conocimiento del cambio climático».
Se han hallado espeleotemas estalactíticos, tipo 'fistulosas', de difícil parangón en el mundo por su gran tamaño, con ejemplares que alcanzan casi tres metros de longitud. Además, la detección de minerales fosfatados hacen pensar en la presencia de minerales complejos no conocidos todavía, lo que confiere al espacio un carácter científico indudable.
«La identificación de zarpazos de oso cavernario en muchas de las paredes, posiciona a la cueva como un gran ejemplo de morada de estos grandes mamíferos al sur de Europa, algo realmente único», aseguran los codirectores de las excavaciones Ignacio Martín Lerma y Didac Román.
La importancia de los hallazgos encontrados en su interior hacen que la Cueva del Arco no sea visitable todavía, ante la necesidad de preservar la zona para su investigación.
La Semana Santa de Cieza recibía en abril la declaración de Interés Turístico Internacional, convirtiéndose en la duodécima festividad de la Región de Murcia en obtenerla.
La celebración, que mezcla actividades religiosas, culturales y patrimoniales, tiene sus orígenes en 1411 (siglo XV), y en su edición del pasado año atrajo al municipio a 83.528 visitantes.
Durante la Semana Santa son destacables los desfiles procesionales, que comienzan el Domingo de Pasión con el traslado de los estandartes y el pregón. Entre sus rasgos identificativos se encuentran el 'paso ciezano', el Prendimiento (noche de Martes Santo), la Procesión del Descenso de Cristo a los Infiernos (madrugada de Viernes a Sábado Santo), la Procesión de los Tercios Infantiles (tarde de Sábado Santo) y la Cortesía (Domingo de Resurrección).
El patrimonio escultórico e imaginería, así como la música complementan de manera excepcional la celebración, dotándola de un carácter distintivo y personalizado.
En la céntrica plaza de Isabel II, junto al Teatro Real de Madrid, se representó un desfile procesional, donde la Semana Santa Cieza se mostró estrenando su reconocimiento turístico internacional en la capital.
Al margen de su Semana Santa y la cueva del Arco, Cieza posee un rico y variado potencial de oferta turística desestacionalizada. Cualquier época del año es buena para visitar la ciudad y su entorno. A sus campos de melocotoneros que obran cada primavera el milagro de una de las floraciones más espectaculares del mundo se suma una amplia oferta de eventos culturales, lúdicos y gastronómicos.
Las fiestas patronales en agosto vienen precedidas por un largo verano en el que Cieza se convierte en atractivo turístico de interior y deportivo con la posibilidad de practicar diversas disciplinas náuticas en el inigualable entorno del río Segura.
Entre los parajes naturales destaca el cañón de Almadenes, uno de los elementos más preciados de todo el conjunto paisajístico de la Región de Murcia. Además de su riquísima diversidad natural destacan las pinturas rupestres en la cueva-sima de La Serreta, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, igual que los vestigios prehistóricos de las cuevas de Los Grajos en la sierra de Ascoy.
En otoño, Cieza sigue regalando propuestas y actividades, jalonadas por paisajes de ensueño donde el dorado de la estación reflejado en la vegetación y arboleda que rodea al Segura. Otra de las joyas de la corona es el pasado andalusí de Cieza, plasmado en la rica arqueología que ha deparado el yacimiento de Medina Siyâsa.
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