La subida del impuesto de matriculación pone en riesgo la venta de 1.700 coches en la Región de Murcia

Así lo estima el propio presidente del Gremio de Talleres de Automóviles de la Región de Murcia (Gretamur), José de la Cruz López, quien reconoce el temor a que este escenario de penalización e incremento de los costes arroje más incertidumbre entre los potenciales compradores.

Además, en la Comunidad puede haber una bolsa de pedidos acumulados del pasado ejercicio pendientes de entregar «en torno a 4.000 vehículos», reconoce, en función de las 250.000 unidades estimadas para el conjunto del país –debido a la crisis de los semiconductores que arrastra la industria de fabricación de coches en los últimos meses–.

Y es que una parte importante de las operaciones previstas podrían no llegar a concretarse finalmente en función del impacto definitivo de la subida del impuesto de matriculación, y que podría provocar una desmovilización en las ventas. «No son muchas aún, pero ya hemos tenido algunas cancelaciones», reconoce el representante de Gretamur.

Esta amenaza agravaría más si cabe la situación de un sector que pasa por un momento de serias dificultades, y que ha visto muy comprometida su rentabilidad dentro de un horizonte general de muchas dudas debido al lastre también de la pandemia.

Hay que tener presente que la falta de microchips ha provocado ya importantes retrasos en los procesos de fabricación con los consiguientes retrasos en la entrega de los vehículos. «En algunos casos las demoras se han ido hasta cuatro y cinco meses», reconoce el representante de Gretamur, integrada en la federación regional del metal (Fremm).

De ahí que los empresarios murcianos del sector de automoción insistan en la necesidad de cambiar la aplicación de los nuevos tramos del impuesto de matriculación para así no penalizar injustamente a miles de compradores, «en especial a los que tienen menor poder adquisitivo y cuentan con vehículos más antiguos y contaminantes».

Y es que la entrada en vigor del nuevo sistema para penalizar las emisiones, ante las nuevas medidas más precisas de CO2, afecta a un porcentaje muy importante de coches. Se calcula que al 40% de los que se venden.