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Apertura del pozo de sequía del Sinclinal de Calasparra. Nacho García / AGM
Un nuevo año hidrológico escaso en precipitaciones acentúa aún más la sequía en la Cuenca del Segura
Informe del Agua

Un nuevo año hidrológico escaso en precipitaciones acentúa aún más la sequía en la Cuenca del Segura

Larga duración ·

Las estadísticas confirman el año hidrológico más seco en la Región de Murcia en las últimas seis décadas con una precipitación acumulada desde octubre de 2023 a septiembre de 2024 de solo 137 mm

EFQ

Murcia

Lunes, 18 de noviembre 2024, 00:45

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El año hidrológico más seco en la Región de Murcia de al menos los últimos 63 años, con una precipitación acumulada desde octubre de 2023 a septiembre de 2024 de 137 mm, deja en una situación complicada a la Cuenca del Segura y confirma los malos presagios que apuntaban hace tiempo a una sequía de larga duración que ha obligado a tomar medida en forma de restricciones en el uso del agua.

Curiosamente, este último año hidrológico ha tenido un carácter húmedo en el contexto nacional, el 26º más lluvioso de la serie histórica, con unas lluvias que superaron en un 5% su valor normal. Sin embargo, la distribución de las precipitaciones fue muy desigual, con lluvias abundantes en el noroeste y centro de la Península y escasas en el extremo oriental y los archipiélagos. Al finalizar el año hidrológico se encontraban en sequía meteorológica las provincias del arco mediterráneo y ambos archipiélagos.

Así, mientras que ha llovido más que la media en casi toda España, las zonas de Levante han vuelto a acusar la escasez de precipitaciones de los tres años anteriores, por lo que no acaban de abandonar la situación de sequía.

Las reservas del Segura llegaron a ser inferiores en 16,4 puntos porcentuales respecto a la media de los últimos 10 años

2023-2024 arroja un periodo de acumulación de precipitaciones de 671 l/m², un valor que se sitúa un 5% por encima del promedio normal del período de referencia 1991-2020, cifrado en 640 l/m². Sin embargo, en el extremo sudoriental de la Península no se llegaron a alcanzar los 120 l/m², y en algunas zonas de las provincias de Almería y Murcia, ni siquiera se ha llegado a los 80 l/m².

Esta distribución de las precipitaciones durante el año hidrológico pone de manifiesto la dominancia de las borrascas atlánticas sobre las situaciones de lluvias típicas del Mediterráneo. Y aunque es habitual que llueva más en el noroeste peninsular que en el sureste, en el último año hidrológico esta situación ha sido mucho más acusada que de costumbre. Por ejemplo, la cuenca de acumulación del norte y noroeste ha recibido unas lluvias que suponen el 123% de lo normal. La cuenca del Tajo ha alcanzado el 127%. Sin embargo, la cuenca de acumulación del sur de Andalucía ha recibido un 52% de su precipitación normal y la del Segura, un 50%

Como consecuencia de la distribución de las precipitaciones, las provincias bañadas por el Mediterráneo y ambos archipiélagos terminaron el año hidrológico en situación de sequía meteorológica. Las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y Almería eran las que con mayor intensidad la acusaban.

En algunas zonas de la Región de Murcia ni siquiera se ha llegado a los 80 l/m² de precipitación acumulada

Si se analizan las precipitaciones no solo del recién terminado año hidrológico, sino de los tres últimos años en conjunto, se constata que todavía siguen en sequía de larga duración amplias zonas del sur peninsular, especialmente la zona de la Cuenca del Segura, y buena parte de Cataluña, como consecuencia de la escasez de lluvias en el último trienio.

Reservas del Segura

Las reservas del Segura son inferiores en 16,4 puntos porcentuales respecto a la media de los últimos 10 años. Las reservas del Segura se sitúan en un 14,2%, la más baja de todas las computadas.

El índice de escasez del subsistema Cuenca tiene actualmente un valor de 0,254 (valor parcial de Alerta), mientras que el del subsistema Trasvase tiene un valor de 0,802 (valor parcial de Normalidad). Como consecuencia de ambos valores el indicador de la UTE Principal y del Global de la Demarcación se sitúa en un valor de 0,528, que corresponde a un valor de Normalidad. Las UTE de Ríos Margen Izquierda y Ríos Margen Derecha pasan a escenario de Alerta, y la UTE de Cabecera permanece en escenario de Prealerta. Las restricciones ya establecidas en noviembre de 2023 para el sistema principal (Segura-Mundo-Quípar) fueron reforzadas el pasado mes de agosto y las restricciones decretadas en junio de 2024 en la UTE Ríos Margen Derecha (Moratalla, Argos, Quípar y Guadalentín aguas arriba del embalse de Puentes, así como, las masas de agua subterránea Anticlinal de Socovos, Caravaca, Alto Quípar, Bajo Quípar, Detrítico de Chirivel, Vélez Blanco-María, Valdeinfierno y Sierra de la Zarza) se mantienen actualmente. En la UTE de Ríos Margen Izquierda no se aplican restricciones por no existir en la actualidad fuentes y manantiales en explotación, ni cauces por los que discurran caudales con carácter permanente, sin que pueda descartarse que se hayan de adoptar medidas de limitación temporal en la utilización de los volúmenes actualmente otorgados.

Medidas

Ya en agosto, la Comisión Permanente de la Sequía (CPS) de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) propuso a la Presidencia del organismo de cuenca, por unanimidad de sus miembros, el incremento en las restricciones en los aprovechamientos de los recursos de los regadíos tradicionales y no tradicionales. Por otro lado, se ha informado de que los abastecimientos para la población quedan asegurados gracias a la potenciación de los recursos procedentes de la desalación.

La Comisión decidía fijar para el período agosto-diciembre de 2024 una reducción del 49% de los derechos concesionales a todos los aprovechamientos de aguas del sistema de los ríos Segura, Mundo y Quípar que no tengan la consideración de regadíos tradicionales anteriores al año 1933 (aprovechamientos 'no tradicionales').

Además, para el mismo periodo establecía una reducción del 35% de los derechos concesionales a todos los aprovechamientos de aguas del sistema de los ríos Segura, Mundo y Quípar que tengan la consideración de regadíos tradicionales anteriores al año 1933 (aprovechamientos 'tradicionales'). En septiembre, la Comisión Permanente de la Sequía (CPS) de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) proponía aumentar las restricciones en los aprovechamientos de los recursos de los regadíos tradicionales hasta un 40% y de los no tradicionales hasta un 57% para los no tradicionales.

Sin embargo, ante la escasez de precipitaciones, este pasado mes de octubre la Comisión Permanente de la Sequía (CPS) de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) proponía una vez más aumentar las restricciones en los aprovechamientos de los recursos de los regadíos tradicionales hasta un 25% para la Unidad Territorial IV (UTE IV) de los ríos de la Margen Derecha (actualmente al 12,5%).

Las zonas afectadas incluyen las aguas de los ríos Moratalla, Argos, Quípar y Guadalentín aguas arriba del embalse de Puentes; así como, los recursos subterráneos del Anticlinal de Socovos, Caravaca, Alto Quípar, Bajo Quípar, Detrítico de Chirivel, Vélez Blanco-María, Valdeinfierno y Sierra de la Zarza.

Todo ello viene provocado por la escasez de las precipitaciones registradas, permaneciendo o incrementándose las disminuciones temporales en los caudales que aportan las fuentes y manantiales de esa unidad territorial y, por tanto, en los caudales circulantes por unos cauces que no podrán soportar sin deterioros significativos, las presiones por extracción y derivación a las que se verían sometidos en un año medio.

Índice SPI

La duración y la intensidad de la sequía meteorológica se puede analizar a partir de los valores del índice de precipitación estandarizada. El índice SPI se define como un valor numérico que representa el número de desviaciones estándar de la precipitación caída a lo largo del período de acumulación de que se trate, respecto de la media, una vez que la distribución original de la precipitación ha sido transformada a una distribución normal. De este modo se define una escala de valores que se agrupa en tramos relacionados con el carácter de la precipitación.

Este índice fue diseñado con objeto de dar cuenta de las distintas maneras en que el déficit de precipitación afecta a los diferentes sistemas de recursos hídricos (humedad del suelo, aguas superficiales, aguas subterráneas...).

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