A lo largo de estos años de existencia, en nuestro país hemos asistido a auténticas catástrofes, y también a verdaderas transformaciones socioeconómicas. Desde las crisis de los años veinte y treinta, la guerra civil española y la pobreza de la autarquía, hasta el milagro desarrollista de los 60, las crisis del petróleo, la transición a la democracia y al estado de las autonomías, la entrada en la Unión Europea, el mercado único, la jubilación de nuestra peseta y la entrada en vigor del euro, y, más recientemente, la denominada «gran recesión» y, casi sin solución de continuidad, una pandemia y la explosión inflacionaria de la que justo ahora estamos comenzando a salir.
Asimismo, hemos asistido a la revolución de las nuevas tecnologías de la información y la consiguiente metamorfosis de los sectores económicos. Y hemos asistido también a una serie de cambios sociales sin precedentes: España ha pasado de ser un país de emigración a un país de inmigración, y de ser una de las sociedades más jóvenes de Europa, a una de las más envejecidas.
El territorio de Agrupal ha sido uno de los principales protagonistas de los cambios acaecidos en estos años
De otra parte, la actual es la primera generación que tiene conciencia de las repercusiones de la acción humana sobre nuestro medioambiente, y especialmente sobre el clima. Lo que nos ha llevado a convertirnos en unos conversos de la sostenibilidad, no solo por principios éticos o morales sino también por mera supervivencia. De ahí que nos hayamos visto obligados a desengancharnos de los combustibles fósiles, lo que, de camino, posiblemente, nos llevará a cambiar nuestra forma de viajar, de comerciar y hasta de socializar.
En el ámbito de España, ha sido precisamente el territorio de Agrupal uno de los principales protagonistas de los cambios económicos y sociales acaecidos en nuestro país en estos años, en su doble vertiente de grandes productores y exportadores de alimentos y de núcleos de atracción turística. Las provincias de Murcia, Albacete y Alicante forman parte del Sureste español, la esquina más seca del país y, a su vez, la que mejores condiciones climatológicas tiene para la agricultura. La misma que sirve de materia prima a la industria alimentaria y que contribuye al logro de excelentes cifras de exportación. Un territorio que, asimismo, forma parte de la España que ha atraído a más población, tanto de origen nacional como extranjera.
Las tres provincias han aportado el equivalente al 25% del superávit comercial español en el capítulo de alimentación y bebidas en el primer trimestre de este año 2024, con unas exportaciones de 2.393 millones de euros y unas importaciones de apenas 969 millones. Incluso ha habido años en los que el porcentaje ha llegado a superar el 100%, como en 2005, si bien el promedio de los últimos ejercicios ha rondado el 34%. Una parte muy relevante de esta exportación alimentaria, aproximadamente el 53%, tiene su origen en las frutas y hortalizas; y junto a ellas, sobresalen a continuación los preparados alimenticios, productos cárnicos y pesqueros.
En este contexto y escenario, Agrupal ha cumplido 100 años apoyando y defendiendo los intereses de las industrias alimentarias murcianas, albaceteñas y alicantinas; transformándose y adaptándose a los nuevos tiempos y necesidades, enriqueciendo y ampliando su gama de servicios a las empresas asociadas, ejerciendo de portavoz del sector ante las diferentes administraciones. Todo ello, en favor de un sector que ha sido pionero en España, desde este territorio, en la comercialización de nuestros productos en medio mundo. Cien años que, en consecuencia, han dado mucho de sí. Pero que hoy son tiempo pasado y, como tal, parte ya de la historia.
Como escribía al inicio de este artículo, asistimos a tiempos vertiginosos y el verdadero reto de Agrupal, y de sus asociadas, es continuar liderando a la industria alimentaria al menos otros 100 años más. Y, para ello, todos debemos procurar estar atentos a los cambios socioeconómicos y las demandas de los mercados y de los consumidores, y mantener un espíritu de cooperación sincera entre empresas, entre sectores, entre personas. En resumen, debemos adaptarnos a los cambios que se están produciendo ahora mismo y a los que están por venir. Sin duda, hoy celebramos lo que somos, lo que hemos sido y nos ha traído hasta aquí. Disfrutemos de este gran día. Y a partir de mañana mismo, con vocación y fuerzas renovadas, sigamos trabajando para edificar lo que seremos en el futuro.
Más información en: www.cajamar.es
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