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Entrar al portal web, elegir el artículo deseado, hacer clic y pagar. Casi por arte de magia, el producto estará seguramente en poder del cliente al día siguiente. Esta acción de compra 'online' a través de la página web de Amazon se ha convertido en algo cotidiano y a nadie ya le sorprende poder adquirir casi cualquier cosa y tenerlo casi al instante, sobre todo desde que el gigante estadounidense desembarcara en la Región en octubre de 2021. Hace casi tres años, Amazon inauguró sus macroinstalaciones en terrenos de la pedanía murciana de Corvera, junto al aeropuerto internacional de la Región. El complejo totalmente robotizado de 160.000 metros cuadrados es capaz de distribuir cerca de medio millón de unidades de mensajería cada día a todos los puntos de la Región, de España y de Europa.
Desde su aterrizaje en la Región, el coloso de las ventas 'online', ha creado 2.000 puestos de trabajo repartidos entre una estación logística, donde se reciben y clasifican paquetes, y un centro logístico robotizado (ART) desde donde se almacenan productos y se gestionan cientos de miles de paquetes diariamente.
LA VERDAD acudió este lunes a una invitación a las instalaciones del centro logístico donde se explicó cómo es el método de trabajo que se realiza en esta 'caja mágica' del e-commerce, justo en un momento en el que se prepara para uno de los momentos clave del año como es el Prime Day, el evento de ofertas que tendrá lugar los próximos 16 y 17 de julio.
Antes de que los trabajadores entren a su puesto, realizan una serie de ejercicios de estiramiento y calentamientos específicos para afrontar su jornada laboral. Cuando un cliente elige un producto en la web, se pone en marcha un complejo engranaje en el que intervienen transportistas, los preparadores de pedidos, los operarios de mantenimiento, los controladores del proceso, los conductores de reparto y todo ello, ayudado por la tecnología más puntera, incluidos robots, que logran que todos los artículos lleguen en tiempo y forma a su destinatario. Cuando un artículo entra al centro logístico de Amazon en un camión, un brazo articulado se encarga de desembalarlo del palet. De ahí llega a una cinta transportadora dentro de las llamadas cajas negras, contenedores en los que se introducen los productos de manera aleatoria y que recorren los 15 kilómetros de cintas transportadoras que cruzan todo el centro.
Un empleado se encarga de seleccionarlo con la ayuda de un drive robótico, una especie de robot Rumba gigante que transporta una estantería y mueve la mercancía dentro del campo robótico. El artículo seleccionado se envía por las cintas para empaquetarlo. Para ello, un sistema informático garantiza que el paquete es el adecuado para el producto y pesa la caja para asegurar que el pedido es correcto.
Amazon utiliza algoritmos de aprendizaje automático que ayuda a elegir el embalaje que mejor se ajusta al contenido. El proceso acaba con el etiquetado, carga en el vehículo asignado para el reparto y entrega.
Desde Amazon afirma que pretenden reducir al mínimo el uso de embalaje adicional. Para ello, trabaja con los fabricantes para que los artículos se puedan enviar de forma segura, sin necesidad de añadir ninguna bolsa de papel, sobre o caja de cartón. «Más del 50% de los productos ya van sin embalaje adicional, o en embalajes reducidos 100% reciclables. Desde 2015, Amazon ha reducido el peso del embalaje por envío en un 41 % de media y ha evitado el uso de más de dos millones de toneladas de material de embalaje», explican desde la compañía.
Una de las fortalezas de Amazon son sus proveedores, pequeñas y medianas empresas que distribuyen sus productos a través de la compañía. En la actualidad, más de 450 pymes murcianas venden sus productos en todo el mundo a través de Amazon; y sus exportaciones superaron los 30 millones de euros en 2022, según datos facilitados por el gigante del comercio electrónico.
Enrique Rech acudió este lunes a la visita en las instalaciones de Amazon. Fue la primera vez que veía cómo se trabajaba. «Sabía que todo estaba perfectamente organizado, pero el funcionamiento, todo este engranaje que combina la mano humana y la robotización me ha impresionado». Su empresa Hijos de Enrique Rech es una firma tradicional (ya va por la sexta generación) dedicada a la distribución desde el polígono Base 2000 de Lorquí de productos 'gourmet'. En el año 1999 crearon la primera web para la venta 'online' de turrón, pero la iniciativa no salió bien dada la gran estacionalidad del producto.
«Pasaron los años y nos dimos cuenta de que Amazon copaba casi todo el comercio en el ámbito digital y en 2021 empezamos a trabajar con ellos. Al principio, no sabíamos cómo funcionaba todo el proceso, aunque ellos te ayudan mucho. Ese primer año llegamos a un 3% de la facturación total. Al año siguiente ya fue un 10%, en 2023 un 15% y este año vamos a cerrar entre un 20 y un 21% de ventas».
Según este empresario, una de las ventajas que aporta trabajar con Amazon es la capacidad de internacionalizar la compañía. «Empezamos vendiendo en España, pero a día de hoy el 30% del total de las ventas netas en Amazon son en el extranjero, concretamente en Francia y Alemania, y este año queremos abrirnos paso en más países».
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