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Buena parte de las 308 cosechadoras de la Región deberán trasladarse a provincias vecinas ante la desastrosa cosecha de cereales murcianos. Está previsto que ... las 45.520 hectáreas sembradas proporcionen un aforo de tan solo 29.933 toneladas, lo que supone un desplome del 73% respecto al año pasado, cuando el aforo fue el tercero más abundante del siglo, con 112.272 toneladas. La peor campaña que se recuerda fue en 2014, con 27.721.
Ante los buenos resultados del anterior verano en volumen y precios, los agricultores murcianos incrementaron en 2.208 las hectáreas sembradas. El invierno seco hizo que la mayoría de plantaciones no espigaran y las tardías tormentas de primavera dañaron muchas de las que iban a salir adelante. Así, el rendimiento se queda en 0,66 toneladas por hectárea, el más bajo de España, que se sitúa en 1,66. El pico lo alcanzan País Vasco y Navarra, con 4,79 y 4,14 toneladas, respectivamente.
45.520 hectáreas murcianas
fueron sembradas para la cosecha de este año, 2.208 más que en la excelente campaña anterior. Ello da una idea del desastre.
La Confederación de Cooperativas Agroalimentarias calcula que el secano murciano aportará un total de 16.024 toneladas de cebada (–72,18%), 8.944 de trigo (–63,55%) y 4.097 de avena (–85%). El triticale –híbrido entre trigo y centeno– proporcionará una cantidad simbólica de solo 58 toneladas (–84,19%). A diferencia del año pasado, apenas habrá recolección de maíz y centeno.
El récord murciano se obtuvo en 1989, con 247.980 toneladas (incluidas 19.200 de maíz). Después vinieron las condiciones de la Política Agraria Común de los años noventa (poco proclives a la autosuficiencia cerealística) y el vuelco hacía los regadíos. Tras ello solo hubo tres años con grandes aforos: en 2020 (137.854 toneladas), en 2022 (las citadas 112.272) y en 2004 (103.195). Lo habitual es que oscilen entre 60.000 y 70.000 toneladas.
Los descensos sufridos por el secano murciano van en la misma línea que en el conjunto de España. Las cooperativas pronostican una cosecha de 9.106.905 toneladas de trigo, cebada, avena, centeno, maíz y triticale sobre una superficie de 5.501.122 hectáreas. Supone una merma de volumen del –48,55% respecto al año pasado, y del –67% en relación a 2020, cuando se alcanzó el récord, con 27.590.000 toneladas. Aparte de Murcia, las peor paradas son la Comunidad Valenciana, Baleares y las dos Castillas.
La Confederación de Cooperativas indica que la caída de producción pone de manifiesto la necesidad de buscar técnicas que mejoren rendimientos y hagan frente a los desafíos climáticos: «La investigación, la mejora genética y las nuevas variedades son claves».
Además de la sequía, otro de los principales problemas que tienen los productores en esta campaña son los costes de producción como consecuencia del encarecimiento de la energía, las semillas, los abonos y los productos fitosanitarios. La mayoría de sus compras se realizaron en verano y otoño de 2022. «Todo ello ha elevado los costes de producción hasta cotas nunca vistas», subraya Asaja.
Ante la mala cosecha que se avecina, Asaja recuerda que España necesita 36 millones de toneladas de grano –maíz incluido– para atender sus necesidades de consumo humano y animal, por lo que precisará de remesas de Ucrania, Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina. Así, el de Cartagena es el segundo puerto que más cereal recibe del extranjero (solo superado por el de Tarragona). Sus instalaciones cerraron 2022 con su mejor registro: 3,3 millones de toneladas descargadas (+29%). Supone más de la mitad del tráfico de granel de sus instalaciones.
El año pasado, Murcia gastó 810 millones en comprar 2.585.312 toneladas de cereal, un 157% más que en el ejercicio anterior. Entre enero y abril de este año, fueron 219 millones para 747.215 toneladas, un 3,4% más. Y la cifra crecerá, puesto que Murcia alberga una de las mayores industrias de piensos del continente europeo, con 129 factorías que suman una capacidad de 1,3 millones de toneladas al año. A ello se suma un sector repostero en plena expansión que precisa de grandes cantidades de harina. Mal momento para sufrir baches.
Los precios de los cereales en las lonjas se situaron en mayo a niveles inferiores a los registrados antes de la guerra de Ucrania, pese a las previsiones pesimistas de la patronal comercializadora Accoe respecto al aforo nacional. Aunque hay sequía en España, en Norteamérica, Iberoamérica, Centroeuropa y Rusia cosechan a lo grande. Eso significa que el suministro global es suficiente para cubrir la demanda occidental. En lo que se refiere a Ucrania, hay acuerdo en el corredor de grano a través del Mar Negro durante este verano. Fuentes del sector calculan que en la presente campaña se podrían alcanzar los 20 millones de toneladas de grano importados por España. En lo que va de año, el trigo se ha abaratado un 17,35% y la cebada, un 17,85%, indica Accoe. La cotización actual se mueve entre 430 y 260 euros el quintal de trigo; entre 268 y 263, el de avena, y en 235, el de cebada.
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