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Jueves, 31 de marzo 2022, 00:14
El arquitecto que visa la construcción de una vivienda, el notario que da fe de que el comprador ha entendido la hipoteca y el veterinario que vacuna a las mascotas necesitan estar colegiados. En España, algunos profesionales están obligados por ley a pertenecer a su colegio profesional correspondiente para el ejercicio de la actividad, con la finalidad de garantizar a la sociedad que están tratando con expertos y no con intrusos. El marco legal impone la condición 'sine qua non' a actividades legales, sanitarias y técnicas, como la medicina, enfermería, abogacía, biólogos y registro de la propiedad, entre otras.
Los colegios profesionales son corporaciones de derecho público, amparadas por la ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. Su labor consiste en la ordenación del ejercicio de las profesiones, la representación institucional exclusiva de las mismas cuando estén sujetas a colegiación obligatoria, la defensa de los intereses profesionales de los colegiados y la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de los servicios de sus colegiados, todo ello sin perjuicio de la competencia de la administración pública por razón de la relación funcionarial.
Estas instituciones realizan su actividad con un círculo de valores, entre los que predominan la equidad, para actuar sin distinciones; la transparencia, por demostrar y dejar ver de forma clara y evidente; la vocación de servicio, por atender y ser una pieza esencial ante las necesidades individuales y colectivas; la excelencia, por obtener un resultado a la altura del trabajo realizado, y la colaboración, tanto con los mismos miembros como con otras entidades e instituciones para seguir mejorando, junto a la coherencia, la confianza y el reconocimiento.
Todos los colegiados, sin excepcionalidad de que la colegiación sea obligatoria, deben poseer la titulación que exige la ley para ejercer y cumplir con los estatutos del colegio, así como pagar religiosamente una cuota anual (sin pago de inscripción en las de carácter obligatorio), la cual contribuye al sostenimiento de las funciones públicas y los servicios del órgano colegial, entre ellos el seguro de responsabilidad civil. Esta póliza cubre las posibles indemnizaciones que puedan devenirse de los riesgos personales, materiales, consecuenciales o patrimoniales primarios intrínsecos en cada oficio.
En el periodo histórico de la Edad Media hunden sus raíces los colegios profesionales. Los primeros nacieron en Europa en los siglos XI y XII en Italia, Alemania y Países Bajos, bajo la nomenclatura de gremios de artesanos, que mezclaban intereses profesionales con particulares. Esto es, los expertos formaban a los aprendices para que el oficio perdurara y se profesionalizara, y por otro, perseguían cobrar una tasa para pagar una atención médica o un entierro. En España, estas asociaciones comenzaron a popularizarse desde los claustros de las universidades como órganos de agrupación de profesionales en defensa de sus derechos y de la sociedad. Cabe indicar, que las actividades sanitarias y jurídicas fueron pioneras en el país al echar a andar los primeros colegios profesionales.
Además, la colegiación supone un garante de confianza a los clientes y usuarios, dado que les cerciora que el profesional colegiado que han contratado cuenta con una formación y una acreditación acorde a los servicios demandados, así como que está adscrito a un código deontológico y que, de ser contravenido, puede ser denunciado ante su órgano colegial e incluso sancionado.
Los colegios profesionales demuestran a diario la labor que desempeñan a favor de los intereses de sus colegiados y de la sociedad, a través de diferentes canales. Disponen de páginas web con las que estar en continuo y directo contacto con sus propias comunidades, ya sea a nivel informativo, formativo, divulgativo... al mismo tiempo que también tienen presencia en las redes sociales con mayor número de usuarios, como Facebook, Twitter, Youtube y Linkedin, fruto de su capacidad natural de adaptación a los nuevos tiempos. Apuestan, asimismo, por crear contenidos específicos en blogs con información de interés para la profesión en cuestión y el público en general, como recomendaciones, consejos, calidad, liderazgo, gestión y emprendimiento, entre otros temas. Igualmente, los representantes de estos órganos aprovechan las invitaciones que les proporcionan los organizadores de eventos, congresos, mesas redondas y jornadas técnicas, entre otras, e incluso sus participaciones en los medios de comunicación para mostrar las ventajas de la colegiación (en los casos que no es obligatoria).
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