Cerca de 173.000 trabajadores de la Región aguardan a que se actualicen sus convenios

En total, alrededor de 143.000 trabajadores –de los 25 acuerdos laborales– están a la espera de que se renueven sus tablas salariales como las del sector de la hostelería, un convenio que estuvo paralizado desde hace más de diez años hasta la pasada primavera. «Desde UGT llevamos tiempo poniendo el acento en que hay que pisar el acelerador de la negociación colectiva sectorial en la Región de Murcia; es cierto que estamos sacando adelante procesos que llevaban enquistados más de una década, como es el caso del convenio de la Hostelería, pero son muchos los que quedan pendientes», explica Antonio Jiménez, secretario general de la central sindical.

También hay que sumar casi 30.000 empleados –de los que 20.000 trabajan en transporte de mercancías por carretera– que se hallan presos de negociaciones colectivas anquilosadas. «Están bloqueados porque existen aspectos específicos sobre los que no se avanza, como pueden ser temas de retribuciones y jornada de trabajo, entre otras», asegura el máximo representante regional de UGT. Además de los transportistas, se encuentran en la misma situación unas 7.200 personas que desempeñan tareas de limpieza de edificios y locales y otras 2.000 que hacen lo propio en establecimientos sanitarios, hospitalización y asistencia, así como 200 trabajadores en aparcamientos y garajes.

«Esta situación supone un perjuicio no solo para las personas trabajadoras, sus condiciones laborales y su bolsillo –especialmente en una situación de alta inflación como la que llevamos viviendo estos dos últimos años–, también para la propia seguridad jurídica del tráfico económico y de las relaciones laborales, y para poder desarrollar una leal competencia entre empresas», remarcó Jiménez, que reitera que entre sus objetivos marcados están la reducción de la jornada laboral a 35 horas, un incremento del salario mínimo interprofesional y reformar el Estatuto de los Trabajadores.

En la actualidad, hay cinco convenios –aguas (captación, elevación y conducción); comercios de alimentación, uno de mayoristas y otro de detallistas; empleados de fincas urbanas; y manipulado, aderezo, deshuesado y relleno de aceitunas– que están registrados y pendientes de publicación, mientras que hay otros siete que están en negociación en estos momentos: agrícola forestal y pecuario; comercio; confitería, pastelería y repostería; empresas colaboradoras de la gestión de tributos de la Región; manipulado y envasado de frutas frescas y hortalizas; panaderías; y transporte de enfermos y accidentados en ambulancia.

«Hay muchas cuestiones que hemos logrado plasmar en la ley, desde el Diálogo Social, que necesitan un desarrollo convencional, como el registro horario, el teletrabajo, el trabajo fijo-discontinuo, los nuevos permisos de conciliación, los derechos de desconexión digital y otras que, acordadas en el Acuerdo interconfederal, firmado en mayo de este año, tenemos que ser capaces de trasladar a los convenios de la Región, especialmente en todo lo que concierne a una política salarial que aquí tiene mucho margen de mejora», asevera el responsable sindical.

Entre los que están sin negociación en la actualidad, destaca el convenio de construcción y obras públicas, que afecta a más de 32.500 trabajadores. También está el de charcuteros, carniceros y despojos comestibles, unos 1.500. En total, hay 172.824 personas trabajadoras en la Región que continúan sin que las 18.796 empresas regionales mejoren sus condiciones laborales, que no solo incumben una subida salarial en sus nóminas sino a otros aspectos que tienen que ver también con la conciliación familiar y la seguridad, entre otros.

«Hay materias como las que tienen que ver con la prevención de riesgos laborales, la reducción de la jornada laboral, la formación o la igualdad, en las que la negociación colectiva debería actuar como punta de lanza para mejorar o modernizar su regulación actual y avanzar en derechos», concluye Jiménez.