![Kurucs y Radovic se abrazan tras el final del partido, este sábado.](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/04/13/1479932998-ksTH-U21020886455734OB-1200x840@La%20Verdad.jpg)
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No fue el mejor partido del UCAM, pero terminó como tanto está acostumbrando en esta temporada. Encontrando el modo de superar las dificultades presentadas, llegar al minuto 40 con su máxima diferencia, cederse entre los jugadores el testigo del protagonismo jornada a jornada y, así, ... aún a cinco partidos de terminar la liga regular, batir el récord histórico de victorias del equipo en una temporada en la Liga Endesa, 19.
Y ganar cuando el partido no sale ajustado al milímetro al plan diseñado, casi por decreto, también es de equipo grande. Y es que eran demasiados los alicientes como para hacer de este un partido trampa. El reencuentro de la afición con su equipo una vez logrado el pase a la 'Final Four', el último partido en casa antes de viajar a Belgrado dentro de dos semanas, el primero de Birgander en el Palacio después de su lesión y, cómo no, Chumi Ortega.
UCAM Murcia
Sant-Roos (19), Radebaugh (11), Ennis (12), Sleva (4) y Diagne (2) -quinteto titular- R. Kurucs (8), Caupain (6), Radovic (18), Todorovic (3), Jelínek (0), Birgander (7) y A. Kurucs (0).
90
-
77
Zunder Palencia
Van der Vuurst (22), Hands (12), Ortega (10), Piñeiro (0) y Pasecniks (18) -quinteto titular- Haarms (0), Benite (3), Kamba (4), Rodríguez, Ubal (0), Frankamp (8) y Ndiaye.
Parciales 19-11, 20-19 (39-30), 22-29 (61-59) y 29-18 (90-77).
Árbitros Jordi Aliaga, Javier Torres y David Sánchez.
Incidencias Palacio de los Deportes de Murcia, 6.918 espectadores. 29ª jornada de la Liga Endesa.
El canterano del UCAM regresaba a Murcia seis años después de su salida y como jugador de pleno derecho en una máxima categoría a la que ha llegado a base de trabajo y constancia, como capitán de un Palencia que le tiene como uno de sus jugadores más emblemáticos. Con su llegada, el partido de hoy fue el del ayuntamiento de Yecla, que movilizó cuatro autobuses para ver en vivo a su paisano, que cuajó un gran partido con 10 puntos y 15 de valoración, volviendo loca a la defensa murciana con sus puertas atrás, especialmente en la segunda parte.
Y es que no, este sábado no parecía ser el día para ver al mejor UCAM, y se notó desde el principio, con los de Sito entregados un poco más a gustar y perdiendo el foco de lo que era lo efectivo o pedía el propio juego. Tardó tres minutos el equipo murciano, pero no fue cosa de desenroscar el tarro de las esencias, pues la alternancia de defensas de los palentinos, en zona después de meter canasta, secaba las ideas universitarias.
Moviendo el balón demasiado en horizontal sin generar peligro, Sant-Roos fue un inesperado baluarte para hacer crecer a los suyos con su acierto triplista, no la mejor característica del cubano. El Palencia, que iba falto de talento para castigar las oportunidades del rival, no aprovechaba el momento (19-11, final del primer cuarto).
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Al menos por entonces. Porque Guil quiso seguir tentando al UCAM a mover mucho el balón por exterior y no jugar para Todorovic con una nueva zona, esta vez 3-2, que sí se le atragantó y mucho a los murcianos. Van de Vuurst, en plena forma y cerebro de los visitantes, lideraría un tremendo parcial de 2-11 que hacía crecer el runrún (25-24, minuto 17).
Sin embargo, ya jamás estarían los colistas por delante. Fundamental resultó para que el UCAM devolviera el golpe Rodions Kurucs, que encadenó un triple con una de las jugadas del partido, un rebote defensivo que convirtió en pase de fondo a fondo para que Radebaugh lo cazara por los pelos y anotara, además, sacando falta. Seis puntos en un abrir y cerrar de ojos cuando nada parecía salir y parcial de 10-0 para apagar las alarmas (39-30, descanso).
Clave para evitar la zona palentina en la recta final de la primera parte fue la defensa de hombres físicos como Kurucs y Radebaugh, así como el faro de Birgander cerca del aro, a quien se colgaron varios balones de los que no necesitan un sistema detrás. Pero el problema para los universitarios en la segunda parte llegaría en defensa, pues Pasecinks, que ya venía dando problemas, se volvió incontrolable.
El letón de 2,16 metros, asociado a la perfección con Van der Vuurst, supuso gracias a su movilidad y toque cerca de canasta una mala pareja de baile para Todorovic. Seis puntos suyos casi seguidos le hicieron rey de la zona, desde donde, si recibía un poco más arriba, se convertía en excelente distribuidor para las puertas atrás de sus compañeros, sobre todo de Ortega, que era quien ahora anotaba tres canastas consecutivas de la misma manera y con Caupain sin saber dónde estaba (52-49, minuto 27).
El runrún volvía. Pero el UCAM resistía. Más por coraje que por buen hacer, pero siempre encontraba la canasta que no permitiera al Palencia materializar una remontada que dejó muy cerca Frankamp con, cómo no, otra puerta atrás que además traía falta mientras anotaba (58-57, minuto 29). Sito, que ya había pedido tiempo muerto para corregir los fallos, gesticulaba con rendición a esta falta de soluciones (61-59, final del tercer cuarto).
Eran unos minutos de Frankamp que recordaban al jugador que otrora maravilló en el Palacio, con ocho puntos seguidos de pura técnica individual. Caupain, desaparecido hasta entonces, escogió el momento más oportuno para estrenar su casillero, pues con un triple evitó llegar a la defensa siguiente con balón para el Palencia para empatar o adelantar (67-62, minuto 32).
Cogiendo el UCAM poco a poco unas dos o tres posesiones de distancia, el Palencia aumentó y mucho el nivel de contacto, si bien a Guil no le gustaron muchas de las faltas que se le pitaron a su equipo, que dio al UCAM trece tiros libres en el último periodo (todos anotados). Para recuperar el terreno perdido en un partido en el que al UCAM le faltaron muchas cosas, quien se creció fue Nemanja Radovic. El capitán, hombre que siempre está al servicio de su equipo juegue más o juegue menos, anotó diez de sus 18 puntos y cogió cuatro de sus cinco rebotes en el último cuarto.
Suyos fueron los libres que recuperaron los dobles dígitos (73-63, minuto 34) y, aunque el Palencia nunca se rindió, no disponía de la pólvora para remontar una desventaja así en tan poco tiempo, pese a la batalla de Chumi Ortega y un Van der Vuurst, que, si su equipo desciende, no tendrá problemas para seguir en la Liga Endesa si así lo desea. Con Sant-Roos y Radovic sentando cátedra, un UCAM más duro en defensa y calculador en ataque, hizo que un partido de nudo inesperado tuviera el desenlace al que ya tanto acostumbra.
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