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No es el Unicaja de Ibon Navarro un equipo que se deje meter mano físicamente. Hasta la visita del UCAM, ganaba sus partidos por 21 ... puntos de media, y sus cuatro derrotas se habían dado exclusivamente ante rivales de la parta alta de la tabla. Pero dar la campanada en el Carpena por segunda temporada consecutiva se vuelve una empresa imposible cuando los máximos anotadores del UCAM, que son también los que más triples tiran, se combinan para un 1/12 en tiros desde la larga distancia y se cede la batalla por el rebote de manera tan desigual (47-33). Especialmente en la segunda parte, en la que el Unicaja impuso su músculo en el ataque del rebote ofensivo y el cuerpo técnico de Navarro dio con la tecla para plantear un escenario táctico diferente.
Unicaja Málaga
Díaz (0), Carter (10), Djedovic (10), Thomas (14) y Kravish (11) -quinteto titular- Osetkowski (8), Ejim (6), Lima (0), Barreiro (2), Brizuela (14), Saint-Supery y Perry (4).
82
-
66
UCAM Murcia
Bellas (0), McFadden (8), Anderson (8), Radovic (7) y Pustovyi (4) -quinteto titular- Trice (0), Davis (2), Luther (8), Sakho (15), Diop (5), Jelínek (3) y Rojas (6).
Parciales 21-20, 15-17 (36-37), 24-11 (60-48) y 22-18 (82-66).
Árbitros Benjamín Jiménez, Rafael Serrano y Cristóbal Sánchez.
Incidencias Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga, 7.537 espectadores. 13ª jornada de la Liga Endesa.
Hasta esa segunda mitad teñida al completo de verde, el UCAM no solo estaba aguantando en el partido. Lo estaba haciendo suyo. Tuvo un buen arranque (3-8, minuto 2), sofocó el primer incendio originado por un parcial de 12-0 mediado el primer cuarto con un Unicaja a la carrera (19-10, minuto 8) y encontró un extra de producción en hombres no tan habituales, mientras esperaba a sus referentes.
Clave, en este momento, Ryan Luther, que dio sus mejores minutos como universitario con ocho puntos seguidos para cerrar el primer cuarto con buenas sensaciones (21-20) cuando, en el parpadeo anterior, había conato de escapada cajista. Este jugador necesitado de reivindicación no era sino uno más del quinteto que había encontrado Sito para contener la velocidad del Unicaja, el equipo que más puntos anota al contraataque de la competición. Con sobresaliente en el balance defensivo (siete pérdidas locales en este tramo) y en la sucesión de ayudas, el UCAM ganó en entereza y se vio muy beneficiado de la aportación de sus Joran, Davis y Sakho.
Davis volvía tras algo más de un mes de baja y tuvo un gran impacto defensivo, el mismo que un Sakho que superaba y por mucho los minutos del primer reserva de Pustovyi, un Diop fuera de partido. El congoleño, como Luther, tenía el que quizás era su mejor partido, o al menos el más destacado en ataque (metió todo lo que tiró), y con su gran mejora en el toque de balón para recibir y finalizar en continuación, suyas eran las canastas que empataban, ponían al UCAM por delante y le permitían irse arriba al descanso (34-37). Minutos, unos, en los que Bellas y Anderson eran coherencia y pegamento para sus compañeros, y en los que el Unicaja extrañaba a Lima, su interior más destacado para defender las acciones en que el UCAM estaba haciendo daño. El brasileño, en su primer partido ante sus ex desde su última marcha, caía lesionado al minuto de pisar la pista al perder el equilibrio de su rodilla izquierda, la que abandonaría con gestos de preocupación en todo el Carpena.
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El Unicaja, que no solo tiene en su banquillo a un ex del UCAM en su entrenador jefe, también en su asistente Alberto Miranda, necesitaba plantear un nuevo escenario táctico, cerradas sus vías de anotación en contragolpe. Y acertó de pleno. Corriendo cuando se pudiera, pero ofreciendo un ataque estático de cuatro o hasta cinco jugadores abiertos, el Unicaja creó muchos espacios de ataque de la canasta para sus jugadores más eléctricos; caso de Perry, que, a diferencia de al inicio de partido, en la segunda parte salía de inicio y tenía sus mejores minutos en el partido.
Con mayor facilidad de balance, el Unicaja obligó al UCAM a atacar en estático, permitiéndose a sí mismo ordenar mejor las ayudas y permitiendo únicamente canastas de las que no entran en el guion (46-39, minuto 24). Con el partido decantándose del lado local, la primera diferencia de dos dígitos llegaría en acción de canasta y falta de Brizuela, a la que se sumaba una técnica a Sito (54-44, minuto 27).
Y pasaban y pasaban los minutos, y fallaba y fallaba Trice, que se volvió con un rosco a Murcia. McFadden lo intentaría, pero fallaría todos sus triples salvo el de la primera jugada del partido. Con el vendaval malagueño desatado, la falta de este paso delante de los referentes universitarios no solo se hacía más notoria, también para el UCAM era más difícil resistir en pie (66-53, minuto 34).
Eran los minutos, con el partido roto y el UCAM convaleciente, cuando el Unicaja haría más daño en el rebote ofensivo. A la habilidad natural de Djedovic se le sumaban Osetkowski o Thomas, ahora atacando desde muy fuera para hacer más difícil su cierre. Con el partido roto, Ejim y Carter tendrían sus minutos de diversión final.
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