Un Palacio de los Deportes que dejó de ser un fortín

El tiempo pasa y, con la pesada etiqueta de subcampeón ya desprendida, el UCAM no se quita los nervios de encima. Las ganas de agradar ante su público tensan, y más lo hacen a cada partido que llega después de un traspiés. Un cóctel de factores extradeportivos para un equipo que es el cuarto peor de la Liga Endesa ante su gente. Solo ganan menos en su pabellón los dos equipos en descenso, el Coruña (tres) y el Granada (cuatro), y un Andorra (cuatro) que es el otro único equip que juega mejor ante público hostil.

Una preocupación creciente para alcanzar un objetivo que es «el máximo imaginable», decía este pasado viernes Sito Alonso. Pero, terminada la jornada más lejos del 'playoff' de lo que la empezó, a dos victorias más la tercera en práctica que es el 'basket-average', este se ve más lejos.

El caso del UCAM en el Palacio es de lo más extraño. La temporada 2023-24 fue la mejor histórica del club porque se hizo fuerte en casa. Solo cedió dos partidos de liga regular. Este año van cinco más y todavía quedan otras cinco jornadas en Murcia.

Un fortín que llevó al UCAM a ser quinto de liga regular, pero, justamente ahí, el Palacio dejó de convertirse en el fortín inexpugnable que venía siendo. Quedaba lo mejor y, paradójicamente, no sería sobre suelo murciano, convirtiéndose el equipo de Sito Alonso en el único en toda la historia en llegar a la final de la Liga Endesa ganando todos sus partidos como visitante en cuartos de final y semifinales... y perdiendo todos los de casa.

Ese respeto que infundía el Palacio pertenece, hoy, al pasado. El Girona ganó los cuatro cuartos, colapsando en defensa a un UCAM que igualó su segunda peor anotación de la temporada, la tercera por debajo de los 70 puntos. Y los tres partidos fueron en casa: 64 ante el Real Madrid y el Girona y 63 contra el Gran Canaria.

Este pasado sábado, el UCAM firmó sus peores porcentajes de tiros de campo (33,3%) y de triples de esta temporada (14,3%). Sito Alonso, que reconocía que su equipo no había tenido «frescura», reflexionaba sobre lo que cree que su equipo siente como una «obligación de ganar», lo que «cuando te ves once puntos abajo, hace que te colapses».

Conocedor de que «si la semana anterior fue dura, esta lo va a ser más con dos salidas», el técnico procuraba «no darle más vueltas» a tan condicionante derrota para el futuro de su equipo, pero ofrecía su visión a los problemas de su conjunto esta temporada en el Palacio. «En casa el ir igualados nos genera ansiedad», analizaba Sito, al que le «duele más por los aficionados», pero que asume que «estas situaciones hay que entenderlas para el equipo», huyendo de la excusa de un cansancio físico que «depende de la mentalidad».

Este próximo miércoles a las 20.00, el UCAM visitará al Nanterre en un duelo clave para el avance a los cuartos de final de la Champions, y el siguiente sábado, a las 20.45 horas, jugará en Lugo ante un Breogán que ya le ha dado caza en la clasificación.