Foggia arruina la fiesta de Acosta en Cheste

Pedro Acosta lo quería todo en su despedida de Moto3. Los 400 mazarroneros que animaban a su paisano desde la tribuna azul del circuito valenciano de Cheste se lo pasaron en grande, al igual que la afición española que ha encontrado en el 'Tiburón' de Mazarrón a ese piloto que llevaba años buscando. Pero el final no fue feliz. La fiesta soñada en Valencia quedó aplazada porque el campeón mundial de la categoría chica se fue al suelo en la última vuelta.

Acosta sacó brillo a su primera 'pole' de la temporada con una excelente salida. Por primera vez defendía una primera plaza en la parrilla y lo realizó perfecto y mantuvo el primer lugar. El susto llegó en la curva 4. Se cayeron Lorenzo Fellon y Darryn Binder. Para no chocar con él, Yamanaka también se fue al suelo. Por suerte, no hubo atropellos y todos salieron airosos.

Poco después, el mazarronero tuvo otro susto y estuvo cerca de caerse. Lo salvó, pero perdió la posición de privilegio. Suzuki tomaba el mando. Pero el 'Tiburón' de Mazarrón se repuso rápidamente para hacer varios adelantamientos sin contemplaciones y volver a la cabeza. Dominó la carrera en todo momento.

El italiano Foggia, tapado durante toda la carrera, apareció por las primeras posiciones en el tramo final. Se llegó a la última vuelta con muchos pilotos en la pelea. Acosta pasó a Foggia en la curva 1, pero el italiano tomó el interior en la 2. El de Mazarrón tocó la parte trasera de la Honda de Foggia y se accidentó en esa curva 2. La Dirección de carrera estudió el incidente, para averiguar si hubo negligencia de Foggia, quien no se fue al suelo pero perdió posiciones. Migno también se caía.

Al final, Foggia fue sancionado con tres segundos de penalización por considerar el panel de comisarios que había protagonizado una acción de conducción irresponsable y que su temeridad provocó la caída de Acosta.

Foggia, que «alargó» su trayectoria en la curva dos para cerrar el camino a Pedro Acosta, y que inicialmente fue séptimo en la clasificación, cayó de esta manera hasta la decimotercera posición, ente los pilotos de Husqvarna, el italiano Romano Fenati y el español Adrián Fernández. Daba lo mismo, ya que el campeonato estaba decidido desde la semana anterior, cuando era Foggia quien se iba al suelo, tirado por Binder, y Acosta el que ganaba la carrera de Portimao.

Sergio García se ponía primero, pero el barcelonés Xavi Artigas le atacó y pasó en la última curva. Artigas, un 'rookie' que no había tenido demasiado suerte este año, ganaba resistiendo en la recta. La primera victoria de su vida. Artigas se volvió loco y rompió la cúpula con un golpe celebrando su victoria.

Artigas, que había firmado su único podio mundialista en su debut en 2019 en Valencia, se llevó su primera victoria en el campeonato por 43 milésimas, en un día en el que Jaume Masiá cerró el triplete español con una espectacular remontada desde el puesto 23 hasta el tercero. La señal de que el futuro posAcosta está garantizado en la categoría chica del Mundial de motociclismo.

Por su parte, Acosta, resignado, regresaba al box montado en una scooter y saludando a la gente que le animaba desde la tribuna. El mal menor es que el tercer puesto logrado por su compañero Jaume Masiá le da el título de marcas a KTM, algo que las escuderías siempre valoran mucho. Acosta, no obstante, lo tenía todo preparado para darse un baño de masas delante de su gente. Llevaba dos banderas, una de su club de fans y otra de España. Las guardó en su box y salió a felicitar a los ganadores. Se abrazó con Masiá, su compañero de equipo y con quien ha mantenido una relación difícil durante todo el año.

Horas más tarde, cuando acabaron las carreras de Moto2 y MotoGP y el calentón del momento estaba ya más que enfriado, Acosta fue requerido por los empleados de Dorna, la empresa que organiza el Mundial, para participar en la habitual sesión de fotos de los campeones. El mazarronero posó con Fabio Quartararo y Remy Gardner en la recta de meta del circuito de Cheste, mientras la fiesta por la despedida de Valentino Rossi iba en aumento en el paddock.

Tras pasar la bandera a cuadros de la carrera de MotoGP -que ondeó el exfutbolista brasileño Ronaldo Nazario-, todos los pilotos se pararon para homenajear por última vez a Rossi, mientras en el cielo estallaban unos fuegos artificiales lanzados delante de unas tribunas llenas con 76.226 espectadores deseosos de vivir un momento histórico.

Acosta vivió su pequeña fiesta en la tribuna azul del circuito. Allí, en los sectores 23, 24 y 25, estaban los 400 mazarroneros que le animaron sin cesar durante todo el fin de semana. Firmó autógrafos y saludó a todos sus fans. Fue un domingo, a pesar del incidente con Foggia.

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