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Era el día que no se podía fallar, una cita clave para pelear por las medallas, pero Mariano García fue de más a menos este sábado en la semifinal del Europeo de Apeldoorn (Países Bajos) y terminó quinto, lo que le impide pasar a la final de la prueba de 800 metros de este domingo. El atleta de Fuente Álamo cruzó la meta con un tiempo de 1:46.33, por detrás del belga Eliott Crestan (1:45.84), que ganó la prueba, del neerlandés Samuel Chapple (1:45.86), del irlandés Mark English (1:45.89) y del polaco Bartosz Kitlinski (1:46.06).
Llegaba con ganas a la cita el de Cuevas de Reyllo. Estaba siendo un año fabuloso y aterrizaba en la ciudad de Apeldoorn como flamante campeón de España. Quería la corona europea, esa que ya ganó en el campeonato al aire libre de Múnich 2022, pero esta vez el resultado final fue una auténtica decepción, en primer lugar para él. Salía desde la calle dos, con confianza, o eso mostraba el corredor al hacer sus gestos típicos de darle gas a una moto. Este sábado tenía gasolina, pero no lo suficiente.
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Ya avisó Mariano García de que iba a sorprender en cada carrera, corriendo de distinta forma. Si este viernes esperó agazapado su momento para asestar el golpe en el instante exacto y lograr un puesto en la semifinal, en esta ocasión quiso apretar desde el primer momento. Salió con todas las fuerzas, impetuoso, con ganas de liderar la carrera desde el primer momento. Y así fue. Se puso en cabeza no sin hacerse un hueco a base de braceos con Crestan, rival del día anterior.
Fue el que tiró de todos los demás, el que puso más energía desde el principio y el que antes se quedó sin una gota de fuerza. Faltaban 200 metros de la prueba y, a pesar de seguir líder, Mariano García ponía su mirada en la pantalla. Miraba el tiempo, pero sobre todo a los cinco atletas que tenía detrás y que querían robarle una plaza en la final de 800 metros que se disputa este domingo (17.15 horas).
Cuando más cerca se veía la línea de meta, al de Cuevas de Reyllo le flojearon las piernas. Tanto que es posible que sufra una lesión, porque sus gestos de dolor al mismo tiempo que era adelantado fueron más que evidentes. Primero fue Crestan y después, el resto (Chapple, English y Kitlinski), hasta dejarlo en quinto lugar y quedarse a las puertas de la final del Campeonato de Europa de pista cubierta.
Un auténtico mazazo para las aspiraciones de un atleta que había arrancado el 2025 de forma brillante, no solo por la medalla de oro lograda en el Nacional hace un par de semanas en Madrid, sino por la victoria con récord de España incluido a finales de enero en Antequera.
El pupilo de Gabi Lorente debe levantar la cabeza y olvidar cuanto antes esta cita europea. En solo dos semanas tiene el Mundial de pista cubierta en China. Otra oportunidad más para demostrar que puede ser su año a pesar del gatillazo que ha supuesto quedarse fuera de la final en Apeldoorn.
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