El Alhama Féminas pierde en la primera batalla por el ascenso

La primera batalla por el ascenso a la Liga Iberdrola para el Alhama Féminas acabó con derrota por 0 a 1 contra el Deportivo Abanca. El partido fue muy igualado y las alhameñas entrenadas por Randri García pudieron haber conseguido el empate, pero la experiencia y la calidad superior de las gallegas marcó la diferencia en los momentos clave. Las visitantes entraron más tranquilas al partido y supieron soportar mejor las emociones que supone una eliminatoria y un encuentro tan importante.

Su objetivo, y casi obligación, es llegar a la siguiente ronda y conseguir el ascenso, mientras que para el Alhama cada minuto que se jugó este domingo en el Complejo Deportivo Guadalentín fue un regalo tras una gran temporada en la que ya se han ganado el derecho a jugar en la nueva categoría Primera B que se estrena la próxima campaña. Sin embargo, en su espíritu combativo no cabe dar nada por perdido y viajarán hasta La Coruña con la ilusión de poder dar la campanada en la ciudad deportiva de los blanquiazules en Abegondo. Cualquier victoria el próximo domingo les vale y con esa idea en la cabeza tendrán que salir a jugar, ya que la eliminatoria sigue viva después del primer asalto.

La jornada de este domingo fue diferente en Alhama con respecto al resto de puntos de la Región. Acudir a votar a los diferentes colegios electorales de la localidad era un paso a cumplir antes del verdadero evento del día, el partido entre el Alhama Féminas y el Deportivo. Los alhameños que han acompañado a su equipo durante toda la temporada no fallaron con más de 1.000 espectadores en las gradas, que intentaron durante los 90 minutos darle un último empujón a su equipo cuando más lo necesitaba. En las gradas se encontraban el presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, José Miguel Monje Carrillo, o Diego Conesa, candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad que no quisieron perderse una cita histórica para el fútbol femenino regional.

«Nadie os ha regalado nada», insistía Randri García, durante el calentamiento preparando a sus jugadoras para un duelo tan ilusionante como difícil. Enfrente estaba un equipo que ha quedado campeón en el Grupo I con 25 victorias y 1 empate, ni una derrota para las gallegas en toda la Liga. Sus jugadoras son profesionales, mientras que a las alhameñas solo les pagan la gasolina. Sin embargo, el técnico confiaba en minimizar las diferencias una vez el balón comenzara a rodar.

Los primeros minutos fueron difíciles para el Alhama Féminas. La experiencia es un grado y las jugadoras del Dépor parecían más seguras para disputar un encuentro de tal envergadura. No encontraban espacios las visitantes, pero sí dominaban el balón ante un Alhama replegado en busca de una contra que pusiera en dificultades a la guardameta Maria Miralles. Sin embargo, la distancia a portería cuando recuperaban el esférico era demasiado grande y la delantera Helena Torres peleaba contra toda la defensa rival sin conseguir premio alguno. El Dépor, por su parte, colgaba balones y probaba incomodar a las murcianas a base de saques de sin dificultad la cartagenera Mireya, que se mostró muy segura durante todo el encuentro. Con el empate a cero se llegó al descanso.

El segundo tiempo comenzó con más ritmo y seguridad para las chicas de Randri. El paso por el vestuario había servido para una mejor colocación en el campo y más seguridad. Tocaba el Alhama e intentaba tener por primera vez en el partido protagonismo. Y como suele pasar contra un equipo grande que tiene mucha calidad, entonces llegó el gol en contra. Una buena combinación del Dépor, que acabó en un centro de Alba Merino para que la japonesa Maya Yamamoto hiciera el 0 a 1 alrededor de la hora de partido. Duro palo para las locales que intentaron buscar el empate una vez que no podían mantener la portería a cero.

Los centros medidos de Carmen Fresneda fueron un recurso que pudo dar su fruto con un cabezazo de Ana López que se marchó fuera por poco. Con el Alhama volcado en ataque también pudieron sentenciar las visitantes, pero una acertada Mireya le sacó a Peke el segundo. No encontraron las murcianas ese último pase en una clara ocasión en las que se marchaban dos contra uno o la eficacia a balón parado para igualar el encuentro. Tras cinco minutos de añadido llegó el pitido final y todo el público en pie agradeció su esfuerzo al equipo alhameño, que sale vivo de un partido en el que el empate pudo ser el resultado más justo.