Una noche de reconocimientos en la gala del 45º Congreso de la AEdG

«Esta es una asociación sana, saneada y que es de todos. Un orgullo para nuestros profesionales», destacó Roque Buendía, el presidente de la Asociación Española de Greenkeepers (AEdG), en la noche del pasado miércoles 13 de noviembre y durante la cena de gala del congreso anual de esta organización, aunque volviendo a asumir un papel discreto dentro de la misma.

Aún así, no desaprovechó la ocasión de poner en valor lo que esta longeva asociación profesional significa, utilizando el marco de la celebración del 45 aniversario de su congreso como el mejor vehículo para transmitir este mensaje. El de unidad, respeto a la profesión y orgullo. Lo hizo en la que ha sido la casa este 2024 de este evento profesional. El Levante español. Y más concretamente la ciudad de Elche (Alicante). Una apuesta de él y su junta directiva, porque por la alta concentración de 'greenkeepers' en el Sur (hablamos de Costa del Sol) suele 'destinarse' la cita anual a esta localización geografía. No erraron. Hasta 220 'greenkeepers' de toda España se inscribieron en el evento.

Como novedad, a pesar de la aún discreta presencia de mujeres dentro de la propia asociación, Buendía destacó -dirigiéndose a los asistentes de la cena- «que este congreso ha estado organizado por mujeres». No es de extrañar. Porque el propio Buendía ha incentivado su visibilidad y trabajo colocando en su vicepresidencia segunda a una mujer. Una responsabilidad que por primera vez en la historia de la AEdG recaía en una fémina. Su nombre, Belén Mosquera. La 'greenkeeper' de tres campos murcianos que junto al equipo de trabajo femenino formado por Jimena Blanco, Matilde Álvarez, Conso Ramos y Rocío García, ha llevado adelante y en primera línea de actuación el evento sectorial. Todas ellas recibieron el aplauso de sus compañeros de profesión.

Y antes de que los asistentes sucumbieran a las viandas ofrecidas por la cocina del Hotel Huerto del Cura, se procedió a la entrega de una serie de distinciones. La primera, la que nombró como embajador de la AEdG al actual presidente de la Real Federación Española de Golf (RFEG) Gonzaga Escauriaza, que este año dejará un puesto que lleva ostentando desde 2008 (como décimo presidente de esta institución deportiva). Un jugador de golf, que ha asumido diferentes responsabilidades a lo largo de su trayectoria federativa tanto a nivel nacional como internacional; por ejemplo, como presidente de la Federación Europea del Golf (EGA). Un gran conocedor de este deporte y de sus profesionales. «Eres el primer embajador de nuestra asociación. Y lo eres porque nos defiendes y nos pones a un nivel altísimo», destacaría Buendía. A lo que un Escauriaza sensiblemente agradecimiento respondió; «gracias, de verdad. De corazón». Para destacar a continuación que «sois unos súper 'greenkeepers'. Sois de largo los mejores 'greenkeepers' de Europa (…) y sois los más importantes de un campo de golf». Gonzaga mencionó a Jaime Ortiz Patiño «como ese visionario. Él fue el primero que dijo que los 'greenkeepers' tenían que formarse y muchos de aquellos primeros que viajaron a la Universidad de Michigan con ese propósito estáis aquí hoy». Y cerró su intervención diciendo que «no hay en Europa 'greenkeepers' con la calidad de todos vosotros. Los que estais aquí sois un orgullo. Así que hacia adelante para seguir mejorando».

Los otros tres reconocimientos otorgados por la asociación en una noche tan especial para este gremio recayeron en Eugenio Rezola (premio honorífico) a toda una vida; en Javier Sánchez (premio Groundsman) y el también veterano profesional del mantenimiento, el súper intendente José Luis Calle, como premio al 'greenkeeper' 2024. Calle fue directo y escueto: «Seguiremos dando guerra», afirmaría con su discreción habitual, al reconocer su placa, mezclada con un rostro inmensamente feliz.

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