Anda David Vidal (Portosín, La Coruña, 69 años) en plena desescalada en su casa de Sancti Petri (Cádiz), donde está afincado desde hace cuatro décadas. « ... Ya puedo salir a bucear y coger algunos centollos y unos pulpos. Tres horas al día me paso debajo del agua. Y buceo a pulmón, que conste. Me mantengo en forma. Toda mi vida he sido deportista y es lo que seré siempre», cuenta con su habitual desparpajo y locuacidad el entrenador del Racing Murcia, conjunto con el que acaba de conseguir su tercer ascenso en la Región. Ha subido a Tercera, como campeón de la Territorial Preferente, con el Racing Murcia del australiano Morris Pagniello. En 2017 ascendió a Segunda con el Lorca FC de Xu Genbao y Joaquín Romeu. Y en 2003 puso la capital patas arriba con el ascenso a Primera del Real Murcia de los Reinke, Maciel, Cuadrado, Lasa, Juanma, Tito, Acciari, Ismael, Loreto, Richi, David Karanka y compañía.
–¿Le hubiera gustado ascender sobre el terreno de juego o se conforma con esto?
–Queríamos ascender en el campo, por supuesto. Quedaban ocho jornadas y jugábamos contra los siete últimos. Teníamos una buena ventaja [10 puntos sobre el tercero] y hemos sido líderes durante 25 de las 27 jornadas disputadas. Creo, en cualquier caso, que la Federación Murciana ha obrado correctamente. Ha cerrado la competición porque en estas categorías regionales es imposible reanudar la liga en unas condiciones de normalidad. Ya verá usted la que se va a liar con el 'playoff' de ascenso de Segunda B y de Tercera.
–¿No le parece buena idea?
–¿A usted que le parece?
–Que va a ser complicado cumplir un estricto protocolo sanitario y que para muchos clubes, sobre todo de Tercera, ese 'playoff' será ciertamente ruinoso a nivel económico.
–¿Y el calor? ¿Qué me dice usted del calor? Ustedes viven en el volcán de España. Murcia en verano es el mismísimo infierno. Yo he recorrido toda España, en los 15 clubes en los que estuve como futbolista y luego en los otros 15 en los que he estado entrenando. Murcia, el Valle del Guadiana y el del Guadalquivir son los sitios del país donde más calor hace. ¿Cómo van a exponer a esos futbolistas de Segunda B a jugar por un ascenso a 35 grados, después de estar casi cinco meses parados? Va a haber problemas, de lesiones y de toda índole. Y habrá picaresca. Ya lo verá. Habrá equipos de Primera y Segunda que se inventarán contagios y falsos positivos por mero interés deportivo.
«Hablo con mis jugadores cada mañana y en enero un empleado del club vino a decirme que los chicos se aburrían en mis charlas»
–Volvamos al proyecto del Racing Murcia. ¿Qué idea tienen para la próxima temporada?
–Vamos a mantener una base, como hice el año que ascendí con el Real Murcia. Y como me ha gustado hacer en todos mis equipos. Siempre digo que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer. Hemos competido en Regional y la gente se cree que aquí ganas con la gorra. Esto es once contra once, como en Primera. Y estoy satisfecho del rendimiento de mi plantilla. Hemos marcado muchos goles, hemos jugado bien y hemos dominado la categoría todo el año. Eso tiene mérito. Y por eso vamos a renovar a muchos. Buscaremos siete u ocho jugadores que nos den lo que no tenemos ahora mismo. Y el objetivo es estar entre los cuatro primeros y pelear por el ascenso a Segunda B.
–Tiene dos años más de contrato con el Racing Murcia. ¿Los piensa cumplir?
–Por supuesto. Ellos quisieron hacerme un contrato por cinco temporadas. Y yo les dije que lo dejáramos en tres. Y mi compromiso es cumplir lo que firmo. Me quedan dos años en Murcia y quiero dejar al equipo en Segunda B. Si puede ser en Segunda, a ascenso por temporada, pues mucho mejor. Ese es el propósito.
«El Real Murcia necesita hacer una buena plantilla para subir, pero no tiene dinero. Debe mirar al juvenil y al filial»
–En agosto va a cumplir usted 70 años. ¿Se plantea retirarse pronto o quiere seguir?
–Cuando acabe mi contrato con el Racing Murcia, iré a otro club. No me voy a retirar porque esta es mi vida. Ahora estoy aburrido. Me levanto todos los días a las diez de la mañana y no sé qué hacer. Echo de menos madrugar para preparar mis entrenamientos y el día a día del equipo. Yo hago de profesor. Siempre digo que el fútbol es el mundo al revés. La pirámide está invertida. Los mejores entrenadores deberían trabajar con juveniles, puesto que el futbolista no va a la Universidad y es en esos años en los que tiene que aprender. Zidane, Quique Setién y Ernesto Valverde tendrían que enseñar a juveniles. A los que están en el Madrid y en el Barça con 28 años ya no hay que enseñarles nada.
–El Real Murcia lo es todo en la ciudad. Luego está el UCAM y después varios equipos de Tercera en diferentes lugares del municipio. ¿Qué sitio tiene el Racing Murcia? ¿Van a poder llegar a Segunda B sin afición?
–La próxima temporada vamos a tener un campo de césped natural y una afición propia en un pueblo grande de la Región.
–¿Dónde?
–Este es un tema que no me compete. Solo le digo que dejamos el Barnés y ya sabrán ustedes en su momento dónde vamos a ir. Yo hablo de mi parcela. Apostaremos por un juego de ataque y le daremos oportunidades a los chicos de 17 y 18 años de la Academia Génova Internacional. Esta temporada he hecho debutar a juveniles de Australia, Venezuela, Estados Unidos y México. Queremos ganar y también intentamos formar a jugadores para el futuro.
–Hábleme del Real Murcia. ¿Cómo ve su situación actual?
–Necesita hacer una buena plantilla para subir a Segunda, pero no tiene dinero. Y la única vía es ser osado y mirar a la cantera. Este último año ya lo hizo. En mis 30 años de carrera en los banquillos, siempre lo hice. En el Cádiz saqué a Kiko, Quevedo, Jaro, José González, Cortijo y compañía. En el Logroñés, a Romero, José Ignacio, Poyatos y demás. En el Murcia se acordará usted de un tal Valera, que lo subí del juvenil y lo fichó después el Atlético de Madrid. Los equipos en los que estuve entrenando hicieron buenas ventas con la gente joven a la que hice debutar. Y cuando no hay dinero, como le pasa ahora al Murcia, la única salida es mirar al juvenil y al equipo filial.
–¿Qué diferencia ha encontrado entre dirigir a un equipo de Preferente y hacerlo en Primera?
–Ninguna. El fútbol es igual en todas las categorías. En enero, un empleado del club vino a decirme que los jugadores se aburrían en mis charlas. Yo hablo con ellos cada mañana durante 20 minutos. Y esto de aburrirse ya me lo decían en Primera. Pero es necesario hablar con ellos cada día. Y estar encima durante los 90 minutos del partido. En Caravaca, por ejemplo, íbamos ganando 0-3 y quedaba media hora. Me senté porque llevaba una hora de pie dando gritos y pensé que podía descansar un poco. Poco después ya solo ganábamos 2-3. Me tuve que poner de pie y seguir encima de mis jugadores.
–Entiendo.
–¿Sabe usted que jugué en el Cartagena en la temporada 77-78?
–Sí, en Tercera División.
–Así fue. Ocho meses. Es el único equipo de la Región en el que estuve de futbolista. De entrenador, ya sabe que no.
–Me han contado que era usted un defensa central duro, al estilo Migueli o Benito.
–Sí. Daba muchas patadas. Era leñero. Los centrales de aquella época éramos casi todos así. Se nos permitía y éramos duros.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.