Salto de calidad en busca de nuevas aspiraciones

El Real Murcia sigue escalando categorías tras su descenso a los infiernos. La pasada campaña se saldó con el objetivo cumplido de ascender a Primera Federación tras una temporada redonda en lo deportivo, en la que el equipo se mostró muy sólido y siempre en los puestos de cabeza, con un gran equilibrio en cuanto a juego y resultados.

Y a pesar de ser un debutante en esta exigente Primera RFEF, el objetivo del club grana es aspirar a todo, aun a sabiendas de que es una competición muy engañosa, ya que existe una gran rivalidad y la igualdad entre los equipos va a marcar la larga temporada. Basta echar un vistazo a este Grupo II para darse cuenta de que está llena de históricos aspirantes a regresar a la Liga SmartBank, entre ellos los filiales del Barcelona, Real Sociedad, Athletic de Bilbao u Osasuna, a los que hay que sumar el Castellón, la UD Logroñés, el Sabadell, el Numancia, el Gmnástic de Tarragona o el sorprendente Eldense, que está protagonizando un inicio de campeonato notable.

Mario Simón, artífice desde el banquillo del gran éxito del equipo la pasada temporada, vuelve a dirigir al Real Murcia en esta apasionante aventura en Primera RFEF. «Tenemos plantilla para competir con cualquiera» es el mantra que repite una y otra vez el técnico, consciente de que la directiva ha realizado un gran esfuerzo para dar un salto de calidad a la plantilla, apostando por un lado por la continuidad de los jugadores importantes de la pasada temporada, y fichando, por otro lado, a jugadores que pueden aportar al equipo su experiencia y calidad en esta categoría superior. Uno de los fichajes más comentados durante el verano fue el de Pedro León. El hijo pródigo volvía a casa quince años después y la Nueva Condomina lo ha recibido como el gran héroe que es. Su veteranía es un grado y puede ser crucial tanto en el terreno de juego como en los vestuarios, especialmente a la hora de empujar al equipo cuando las cosas vengan mal dadas.

Con un 1.5 millones de euros de presupuesto, el Real Murcia ha conseguido realizar una plantilla de garantías. Es un presupuesto medio, pero existe gran confianza en la dirección deportiva en cuanto al acierto en las incorporaciones del equipo.

Con Mario Simón en la parcela técnica está asegurado el juego ofensivo del equipo, así como la predisposición a tener la posesión de balón desde el primer minuto. Aún así todo parte de una sólida defensa y de un centro del campo bien plantado tácticamente. Cada rival es un mundo y dada la igualdad, la planificación estratégica de cada partido puede declinar la balanza hacia un equipo u otro.

Indudablemente, el papel de la afición grana es fundamental en el devenir del equipo. Con cerca de 11.000 socios, una de las masas sociales más importantes de la categoría y muy por encima de algunas de las que se pueden ver en Liga SmartBank, el club sabe que la hinchada es la palanca perfecta para que el engranaje del equipo se ponga en marcha y todo vaya sobre ruedas.

Hasta el momento el Real Murcia está demostrando una gran rapidez para adaptarse a la categoría, al tiempo que esta toma de contacto le está permitiendo ser consciente de la gran competitividad que existe y el gran nivel que exhiben muchos de sus rivales.

Debutó con un empate ante el Calahorra (0-0), al que seguiría un primera victoria ante el Intercity a domicilio (1-3). A renglón seguido llegaría otra importante victoria fuera de su feudo ante el filial de la Real Sociedad (1-2) y después un empate en casa ante el correoso Numancia (0-0). El Real Murcia solo dejó de estar invicto en la quinta jornada, tras caer ante el Barça B (2-0), pero demostró una gran capacidad de superación imponiéndose una jornada después con contundencia al SD Logroñés (4-2) con tres goles de Pedro León.

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