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Ni la revolución que hizo el Lorca Deportiva en invierno con once llegadas, y otras tantas salidas, ha podido cambiar el destino de un equipo que esta abocado a un doble descenso. El equipo blanquiazul logró en julio en Pinatar Arena un ascenso soñado tras empatar con el Pulpileño en la final y ahora ve como ese importante logro se está desvaneciendo tras una temporada nefasta para sus intereses.
El club de Huggo Issa es el colista del subgrupo 4B de la categoría de bronce, pero más allá de eso es el peor de los 102 conjuntos que compiten esta temporada en Segunda B. Todos los clubes han conseguido, al menos, una victoria que se le resiste al equipo ahora entrenado por Juanjo Asensio y anteriormente por Iván Urbano. Si bien es cierto que el Lorca Deportiva lleva un partido menos, el aplazado contra el Yeclano por los casos de coronavirus del equipo del Altiplano, los números difícilmente podrían ser peores. Seis empates y ocho derrotas es un balance que lleva sin ningún remedio al equipo de la Ciudad del Sol a un año de auténtico descalabro. Los únicos rivales con unos números parecidos son el Marino y el Villarrobledo con 7 puntos, pero ambos suman una victoria.
Lo peor para el Lorca Deportiva, que ya está matemáticamente clasificado para la promoción para intentar evitar el descenso, es que afronta este final de la primera fase y la segunda completa en una situación casi imposible de salvar. Los lorquinos tendrán que medirse a los cuatro últimos clasificados del subgrupo A en el segundo tramo de la competición, pero, con la excepción del mencionado Marino, parece difícil poder superar a alguno porque cabe recordar que los puntos se mantienen. A falta de tres jornadas para el final, los seis puntos del Lorca están muy lejos de Marbella (16) y Recreativo y Las Palmas (14). Además, los onubenses y el filial canario también tienen que recuperar partidos. Los cuatro últimos clasificados entre los clubes del subgrupo 4A y 4B caerán a la actual tercera y consumarán su doble descenso.
La sensación que deja el Lorca Deportiva al ver sus partidos es que no es un equipo tan malo como para tener seis puntos tras 14 partidos. Sin embargo, se ve condenado habitualmente por una serie de fallos que no se pueden permitir en la categoría. Muchos despistes atrás, como en el marcaje en los dos tantos del UCAM, y poco acierto en ataque. El fútbol es cuestión de áreas y ahí el equipo de Asensio es demasiado débil para que pueda llevarse los puntos.
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