El derbi pintado de grana

Nuevamente el técnico de Churra demostró que tiene una parte importante de psicólogo y que sabe tocar la fibra sensible de sus futbolistas para que den todo lo que tienen dentro en ocasiones especiales. Una capacidad de convencimiento que, de haberse contagiado también a otros partidos contra equipos más modestos, tendrían al Real Murcia más cerca de los primeros puestos de la clasficación. Este domingo, y tras tres jornadas sin ganar, el equipo grana espantó fantasmas, consiguió una victoria revitalizante que le permite mirar a la Copa del Rey y no dejar de soñar del todo con el 'playoff' de ascenso, que parece una misión difícil pero todavía no imposible.

El equipo grana rompió una racha de tres jornadas sin ganar con un brillante partido y consiguió una victoria revitalizante que le permite mirar a la Copa del Rey y no dejar de soñar con algo más, una misión difícil pero todavía no imposible. Adrián Hernández lo volvió a conseguir: revalorizó a sus futbolistas y exprimió de nuevo una plantilla que no es tan buena como parece en muchas de las citas más sonadas.

Lo peor del derbi se lo llevó un UCAM que sí que tuvo bajas muy importantes pero que fue víctima de su propio planteamiento y una actitud timorata durante una hora de juego. Asier Santana no puso, de inicio, toda la carne en el asador y lo acabó pagando. Experimentó, cambió cosas en defensa y cuando quiso despertar el cuadro azulón ya había dejado mucho espacio a un Real Murcia que se lo fue creyendo y que de haber estado acertado de cara a gol pudo haber sentenciado el choque en la primera parte. El trabajo de los gestores azulones debe ser encontrar el motivo por el que a pesar de diseñar equipos para estar arriba, con mucha artillería pesada, se aproximan a su tercera temporada consecutiva sin poder luchar por el ascenso a Segunda. Encontrar por qué el potencial de su equipo en las últimas temporadas no está acorde con su rendimiento, justó lo que pasó este domingo.

Las alineaciones de ambos entrenadores dejaron muchas lecturas. Adrián Hernández, una semana más, demostró que no confía plenamente en Josema y que necesita mucho más de él. Este domingo, incluso, prefirió dar entrada en el once inicial a Pedrosa, jugador del filial, antes que al muleño, en un claro toque de atención. Álvaro Rodríguez, aunque el pasado 10 de febrero el club grana anunció que tenía de baja para cuatro o cinco semanas por un problema en la mano, volvió al equipo inicial en un tiempo récord. Asier Santana, por su lado, no pudo tirar de inicio con Rafa de Vicente, al que tuvo que dejar en el banquillo por estar aquejado de una gripe y a Aketxe, al que no alineó desde el inicio una semana más.

La primera parte fue totalmente de color grana y el UCAM casi ni se presentó. El equipo de Adrián Hernández llevo las riendas del juego y fue el que intentó abrir el marcador. En los primeros diez minutos la mejor jugada la protagonizó Víctor Meseguer, que con un delicioso gesto técnico sirvió un balón en profundidad a Iván Pérez, que a su vez cedió al canterano Pedrosa, que no supo elegir la mejor opción para que el balón acabara en la red del equipo universitario.

El equipo de Santana solo se acercó con un cabezazo sin veneno de Albizua que Tanis Marcellán atajó sin problemas. Los granas siguieron insistiendo y Álvaro Rodríguez no se atrevió a pegar a puerta un balón dentro del área. El UCAM era un equipo sumiso que en nada se parecía al conjunto de las últimas semanas. Hasta que a la media hora de juego llegaron las grandes ocasiones del equipo local.

A la media hora Chumbi tuvo la más clara tras una jugada de Dorrio que acabó con un pase de la muerte que el aguileño no pudo transformar en gol. Su remate, demasiado colocado, lo paró Iricibar en una gran intervención. El equipo universitario se estiró con una carrera de Mustafá y poco más. Los granas volvieron a tomar las riendas y llegaron a la puerta contraria con un remate de cabeza en el que se molestaron Antonio López y Chumbi.

Hasta que en el tramo final de la primera parte Juanma Bravo mandó un balón al palo desde la frontal y un minuto después fue Iván Pérez el que, tras una gran jugada de Pedrosa, mandó otro balón a Chumbi que se paseó por delante de la puerta de Iricibar. El Real Murcia mereció irse por delante en el marcador, pero el UCAM se fue indemne haciendo muy poco, con su portería a cero y con la posibilidad de meter más dinamita en la parte de arriba.

Pero Asier Santana se durmió: en vez de cambiar su equipo en el descanso y buscar el gol, esperó y el Murcia se adelantó en el marcador. Meseguer, tras conducir el balón y ver como la defensa azulona reculaba, se probó desde la frontal con un disparo en el que Iricibar tuvo las manos blandas y en el que el balón acabó en la red. Un premio justo para un Murcia más atrevido y valiente que su rival.

El gol espoleó al UCAM, que con Mayoral, Rafa de Vicente y Aketxe en el campo fue otro. De hecho, tuvo dos ocasiones clamorosas para empatar el encuentro. Primero una de Javi Moreno tras una gran jugada personal que acabó con un fuerte disparo al palo del extremo del UCAM, que se fue deshaciendo de todos los defensas granas que le salieron al paso. Solo dos minutos después Mayoral, con un remate cruzado fusiló a Tanis pero su balón se estrelló en el larguero.

Y justo cuando el empate se asomaba al Enrique Roca llegó una gran jugada colectiva del equipo grana que acabó en el 2-0. Juanma Bravo arrancó desde su campo y sirvió a un Dorrio que la puso al centro del área. Aunque Pedrosa no pudo rematar a gol, apareció Toril en plan oportunista para, a la media vuelta, hacer el segundo gol grana.

El equipo universitario se desmoronó y el Murcia le hizo más daño aún con una jugada personal de Dorrio que acabó con un disparo potente y pegado al palo desde la frontal que Iricibar tampoco atajó. El choque estaba ya decidido y el UCAM tiró de orgullo para, al menos, conseguir un gol. Tras un disparo desviado de Aketxe le tocó a Javi Moreno, con un gol de bonita factura, anotar el gol merecido que puso el broche final a un derbi que dejó patente que hubo un equipo que puso todo el corazón posible para llevarse los tres puntos y otro que solo jugó a ráfagas, que tiro de carácter cuando se vio por debajo en el marcador y que podría, de tomárselo en serio, estar más arriba en la clasificación.