El cabreo del Real Madrid con los horarios recrudece una guerra perpetua

«Carlo, seguro que Emilio te habrá contado que LaLiga había puesto el partido con el Leganés, de la próxima jornada, el sábado a las 16:15 para daros más descanso antes de la semifinal contra la Real Sociedad. Pero Emilio le pidió al director de competiciones de LaLiga cambiarlo a las 21:00 -seguramente con tu conocimiento y autorización, me imagino- para beneficiar a los que venían de la fecha FIFA. ¡Y ahora nos quedan menos de 72 horas entre el pitido final del partido del sábado y el inicio de la semifinal del martes! ¡Que se clasifique a la final el mejor! Saludos (Continuará...)», escribió el presidente de LaLiga en la red social 'X', después de que Ancelotti sostuviese que era la «última vez» que iban a jugar un partido «sin 72 horas de descanso» y asegurase que habían solicitado cambiar el horario del pleito contra el Villarreal dos veces, sin que la patronal atendiese esas demandas.

LaLiga defiende que el Real Madrid no puso pega alguna cuando se publicaron los horarios correspondientes a la jornada 28 y si bien es cierto que la cadena Cope reveló que Emilio Butragueño se dirigió en dos ocasiones al organismo que preside Javier Tebas para plantear su disconformidad con la fecha y hora del encuentro ante el Villarreal, la última de ellas al término del extenuante euroderbi celebrado el miércoles en el Metropolitano, dichas solicitudes quedaron fuera de los plazos que establece el protocolo. Recuerda además la patronal que no existe regla alguna que imponga un periodo mínimo de descanso entre partidos, si bien tanto la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro) como la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) recomiendan al menos esas 72 horas de reposo que los especialistas en la materia consideran necesarias para reducir el riesgo de lesiones.

Hasta en cuatro ocasiones no ha dispuesto de ese tiempo para reponerse el Real Madrid antes de afrontar una riña en lo que va de Liga, lo que no significa que el club de Chamartín sea el único y ni siquiera el principal perjudicado por un calendario draconiano que supedita la salud de los deportistas al beneficio económico. Peor le han ido las cosas en ese apartado al Atlético, que se ha quejado, al igual que los blancos, de haber tenido que jugar hasta cinco partidos de Liga sin esos tres días para reponerse de un choque previo que ahora pretende imponer por ley el Real Madrid.

El problema golpea a todos, aunque de modo especial a aquellos conjuntos que se encuentran inmersos en competiciones europeas, y exige soluciones urgentes que han demandado en repetidas ocasiones los auténticos sostenes del negocio que son los futbolistas y los entrenadores, sin que los organismos que rigen la industria se den por aludidos. «Aquí cada uno piensa lo suyo: LaLiga, la Federación, la UEFA, la FIFA... Los jugadores no cuentan nada para ellos», clamó Ancelotti en abril de 2023. «Es imposible rendir en 72 partidos. Los estamentos oportunos deberían analizar esto. Los partidos bajan de nivel y los que lo sufrimos somos nosotros y nuestras familias», incidió Dani Carvajal en agosto del año pasado, justo antes de la disputa de una Supercopa de Europa que sirvió para descorchar una temporada en la que el Real Madrid ha jugado ya 48 partidos en seis torneos distintos y en la que podría sumar otros 24 más si llega hasta la final de la Champions, la de la Copa del Rey y la de un Mundial de Clubes que clausurará el curso a mediados de julio.

Un ritmo endemoniado que pasa una elevadísima factura. No en vano, los blancos, que han afrontado 22 partidos desde el 3 de enero (uno cada 3,2 días), han sufrido ya 40 lesiones, ocho más que en toda la campaña anterior, las cuales han afectado a 18 de los 23 integrantes de su plantilla. Solo Lunin, Fran García, Modric, Arda Güler y Endrick han logrado esquivar el azote de los problemas físicos, muchos de ellos relacionados directamente con esa saturación del calendario que ha llevado al Real Madrid a decir basta.