El Athletic perdona a un Rangers con diez y San Mamés dictará sentencia

Combate nulo entre Rangers y Athletic en el Ibrox Stadium. La batalla se traslada desde Glasgow a Bilbao tal y como empezó después de un duelo en el que los leones perdonaron la vida a un rival con un jugador menos desde la roja directa a Pröpper en los primeros minutos. Por el camino el equipo de Valverde echó de menos la inspiración de sus mejores hombres e incluso Berenguer falló un penalti en el tramo final, por lo que La Catedral dictará sentencia el Jueves Santo.

No hubo goles que celebrar y eso que el duelo fue a tumba abierta desde el inicio, contagiado por la extraordinaria atmósfera del Ibrox Stadium, también engalanado por los 2.000 aficionados del Athletic que colmaron el sector visitante. El inicio fue prometedor para la grada rojiblanca, con la primera buena ocasión del partido a través de un zurdazo demasiado cruzado de Sannadi, pero especialmente por la madrugadora expulsión de Pröpper a instancias del VAR.

La superioridad numérica foránea condujo el duelo hacia el dominio del Athletic, pero el Rangers no renunció a nada a través de la disputa, como confirmó la peligrosa volea a la media vuelta de Cyril Dessers. Corajuda reacción del conjunto escocés ante semejante revés inicial, pues aunque Kelly evitó el gol de Sannadi y a Nico Williams le faltó puntería, también el equipo protestante rozó el premio en un balón que entre Dessers y Hagi no llegaron a rematar.

Tras la pausa, el Athletic redobló la apuesta para cercar los dominios del Rangers, aunque todavía sin la la mejor versión de sus futbolistas clave. Sannadi estuvo cerca del gol, pero remató desviado con todo a favor, y el duelo se enfrió tras la prolongada pausa para la atención médica a Rice, retirado en camilla tras un aparatoso golpe.

Encaraba su cuarto de hora final un duelo aparentemente destinado a combate nulo cuando Berenguer envió el balón a la red en su primera intervención. Aunque lo hizo en fuera de juego, en la acción inmediatamente anterior el balón impactó en el brazo de Sterling, lo que concedió al jugador recién entrado desde el banquillo una segunda oportunidad desde los once metros, desbaratada por Kelly para delirio de Ibrox.

No resulta extraño que la hinchada azul celebrase por todo lo alto un valioso empate sin goles tras un partido que el Rangers acabó con nueve por la lesión de Sterling cuando Barry Ferguson ya había agotado sus cinco cambios.

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