Un equipo renovado que busca un golpe de efecto en la categoría

El tiempo siempre da la razón, y desde la llegada de Francisco Belmonte a la presidencia del FC Cartagena, el club blanquinegro no ha dejado de crecer en lo deportivo y como entidad. Ahí están los datos, y no dejan lugar a dudas. Y todo eso a pesar de una afición impaciente e inquieta que, quizás por los sinsabores deportivos que ha tenido que sufrir históricamente, ansía que el equipo ocupe el lugar que merece.

Pero la directiva del FC Cartagena parece apostar más por una carrera de fondo y, por ahora, va ocupando los puestos de cabeza con dignidad, ante la sorpresa del resto de contendientes, que ya comienzan a tenerle en cuenta como uno más.

No lo tiene fácil de cara a la actual campaña el FC Cartagena, ya que la pretemporada se torcía con la inesperada marcha del goleador Rubén Castro al Málaga, sin duda un mazazo para la afición. El reguero de bajas en verano fue constante y acabaron saliendo de la entidad jugadores importantes como Álex Gallar, Dauda, De La Bella, Cayarga, Boateng, Nacho Gil, Bodiger... así hasta 15 bajas. Carrión ha apostado en esta ocasión por un bloque de jugadores jóvenes con aspiraciones y sobre todo veteranos y con gran experiencia en la categoría, que pudiera parecer que están de vuelta, pero que lo que realmente buscan es una redención y recuperar las sensaciones como los grandes jugadores que son. De esta forma, han llegado al equipo blanquinegro, Sang-Hyeok (Pardubice), Óscar Arribas (Alcorcón), Jansson (Kalmar FF), Franchu (Eibar), Musto (Peñarol), Kiko Olivas, Sadiku, Jairo (Girona), Borja Valle (Alcorcón), Ferreiro, Iván Calero (Málaga), Aarón Escandell (Granada), Mikel Rico (Huesca), Sangalli (R. Sociedad) y Jaime Romero (Qarabag).

Continúa el bloque sólido y de garantías sobre el que se sustentó la pasada temporada la permanencia, con Marc Martínez en la portería, Datkovic y Delmás en defensa, De Blasis o Tejera en el centro del campo, y Ortuño en la delantera. Precisamente una de las grandes alegrías que recibió el club fue la continuidad de De Blasis, un futbolista con una calidad contrastada y que demostró a lo largo de la pasada campaña que es un seguro por esfuerzo, constancia y su capacidad para hacer jugar al equipo y contagiar su espíritu ganador.

El FC Cartagena afronta una temporada con los deberes hechos en pretemporada, pero con la ardua tarea de asentar un bloque con numerosos jugadores nuevos. Y aún así, el inicio de la campaña no puede ser más prometedor. Dentro de las irregularidades propias de cualquier inicio de campeonato, el equipo blanquinegro, lejos de mostrarse titubeante, está mostrando una gran regularidad en su juego, lo que le ha permitirse encaramarse en la parte alta de la clasificación.

Tiene Luis Carrión por delante el objetivo de que el equipo sea regular en juego y resultados tanto en casa como a domicilio, algo de lo que adoleció la pasada campaña, cuando brillaba como local pero pinchaba irremediablemente fuera de su estadio para desesperación de una hinchada que siempre quiere más.

En el equilibrio puede estar el éxito de este FC Cartagena que cuenta con jugadores con trayectoria contrastada en la categoría y que ha demostrado no arrugarse ante ningún rival. Toca seguir echando raíces en la categoría y quién sabe si algo más...

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