Credenciales de oro para afianzar el proyecto

El Yeclano Deportivo afronta una nueva etapa en Segunda Federación tras su más que merecido ascenso, alcanzado a falta de más de un mes para que concluyera la competición la pasada temporada, toda una proeza para un club que buscaba justicia deportiva. Al final, la superioridad fue manifiesta en el campeonato, sacando 20 puntos de diferencia respecto al segundo clasificado y firmando una temporada de matrícula de honor ante equipos tan fuertes como el filial del Cartagena, el Racing Murcia, el Lorca, La Unión o el UCAM.

Ahora irrumpe en Segunda Federación manejando como primer y gran objetivo la permanencia y el deseo de consolidarse en una categoría que consideran como suya, alejando la imagen de equipo ascensor que lucha una y otra vez por recuperar su plaza, como le ha venido ocurriendo en los últimos años con descensos y ascensos encadenados. Se trata por tanto de un proyecto deportivo a largo plazo que buscará luchar por cotas más altas una vez que el club se asiente deportivamente.

Bajo este contexto, la dirección deportiva del equipo ha tenido mucho trabajo este verano a la hora de reforzarse con jugadores que, si bien no disfrutan de mucha experiencia en la categoría, han mostrado tener mucho hambre de fútbol y aspiraciones. Es el técnico Adrián Hernández, buen conocedor del fútbol en esta categoría, el que se ha encargado de gestionar las incorporaciones para dar forma a un equipo sin nombres conocidos, pero que funciona como un bloque bien engrasado, ilusionado con el proyecto y el objetivo de haber un buen papel.

Adrián Hernández destaca por inculcar en sus equipos un juego intenso, donde todos los jugadores vienen a sumar y luchar por un objetivo común. La competencia sana hace que pueda contar con un bloque de futbolistas polivalentes, donde nadie se siente suplente porque todos sienten que pueden aportar. La intención manifiesta de este equipo es la de hacer un fútbol atractivo y muy rápido.

Por si fuera poco, el jugador número 12, la afición yeclana juega un rol muy importante. No en vano está catalogada cómo de las mejores de España. El ambiente que se crea en la Constitución es un auténtico disfrute para los jugadores e incluso para los equipos visitantes, siempre respetuosa pero tremendamente animada.

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