Cassio, el papá de un filial que saborea el lado más amargo del fútbol

Cientos de personas desde muchas partes del mundo han mostrado públicamente su apoyo a Cassio Luiz da Silva Júnior, el futbolista del Cartagena B víctima de gritos racistas el pasado domingo en el estadio El Rubial de Águilas. Un aficionado local (se le retirará el abono y se le prohibirá la entrada al campo) se dirigió al brasileño en los términos de «puto negro». Así se inició una oleada de mensajes condenando los hechos, incluido el del conjunto aguileño.

Justo en el momento de esos gritos racistas hacia Cassio, tanto el entrenador del filial albinegro (Pepe Aguilar) como el portero (Saldaña) dieron la voz de alarma e incluso solicitaron al árbitro suspender el partido, que entonces pasaba ya del minuto 90. Fue este último, en concreto, el que dio la voz de alarma y defendió a su compañero al situarse a solo unos metros de los hechos. Y el técnico, muy molesto, no pudo evitar las lágrimas fruto de la emoción y el cúmulo de sensaciones por una temporada cuyo descenso es ya prácticamente inevitable.

Muy querido y arropado por todos sus compañeros, Cassio es considerado en el vestuario del Cartagena B el 'abuelo' del grupo. En junio cumplirá los 25 años y le ha tocado saborear este lado amargo del fútbol a solo unos días de ser padre por segunda vez. De hecho, jugadores, cuerpo técnico y trabajadores del filial albinegro ya preparan una cesta de regalo para el brasileño, que ha llevado el asunto con naturalidad y decidiendo pasar página.

Cassio aterrizó en el Leganés del actual mandatario del Real Murcia, Felipe Moreno, procedente de las categorías inferiores del Sao Paulo, fruto de los negocios y viajes de este empresario cordobés a Brasil. Tras debutar con el primer equipo pepinero, ser cedido al Atlético Baleares y posteriormente rescindido en Butarque, llegó al filial albinegro hace catorce meses. Vive cerca de Ciudad Jardín, donde suele acudir para ver a los niños de la cantera.

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