El mejor remate de las hermanas Barón

Muy cerca de este complejo minero residen desde hace décadas los Barón. El padre de familia, el cordobés Javier, llegó con 8 años al antiguo poblado de Peñarroya y tiempo después conoció a su mujer, la unionense María del Carmen Barceló, para asentarse definitivamente en el municipio de La Unión. Del matrimonio nacieron Esperanza (31 años), Mamen (30), Irene (27) e Isabel (21). También Javier (25) y Jesús (23).

Nadie pudo intuir entonces que las cuatro hijas saldrían calcadas en gustos, para iniciar una saga de jugadoras de voleibol. Primero empezó Esperanza, casi a principios del siglo XXI, animada entonces por el desempeño de Juan Sáez en introducir este deporte en los centros educativos de la zona. Lo consiguió este profesor de educación física, alma máter del actual club más importante de la Región y modélico en el trabajo de cantera.

De todo ello se empaparon las hermanas Barón, tal vez también movidas porque el padre lo practicaba en Murcia en su época de estudiante. «Siempre han estado muy unidas, también en el colegio. Allí se les ofreció la oportunidad de jugar al voleibol. No se les daba mal y han ido siguiendo una tras otra». Esperanza, que ahora es opositora, se defendía en todas las posiciones, sobre todo en la de líbero; Irene, que también aspira a una plaza pública, optó por ser colocadora en el Algar Surmenor; mientras que Mamen e Isabel continuaron la tradición de su hermana mayor como líbero. Todas jugaron juntas en las bases y todas fueron convocadas por la selección murciana. Mamen e Isabel son las dos únicas que llegaron a coincidir en el mismo equipo del Algar Surmenor. La primera era titular y la segunda la suplente.

Todo esto ocurrió en el momento dorado del voleibol algareño. El club consiguió ascender en 2019 a la máxima categoría de este deporte tras varios intentos fallidos, y mantenerse durante dos años. Ahí es cuando eclosionó verdaderamente el talento de Isabel, la menor de la familia Barón y una de las joyas de esta admirable cantera que crece en el Pabellón Escolar de la diputación cartagenera.

«Siempre veía a mis hermanas mayores jugar al voleibol en las Carmelitas. Las veía todos los días. Entonces, Juan Sáez preguntaba a todas las niñas si querían practicar este deporte. Al final crecí con eso», cuenta la pequeña de las Barón, que estudia Magisterio y tiene 21 años. A los 9 ya estaba apuntada en las bases, aunque también remataba algún balón en el salón de casa. «Si no he roto doscientas lámparas, no he roto ninguna». A los 16 debutó en Superliga2 y a los 19 ya formaba parte de la primera plantilla algareña que jugó en la élite, bajo las órdenes de André Collin.

Ahora, Isabel soplará las velas de los 22 años en Francia. La menor de las Barón acaba de ser convocada por la selección española absoluta para acudir al campeonato de Europa, que se desarrollará allí a partir del 26 de mayo. El seleccionador, el abanillero Pascual Saurín, ha tomado buena nota de los avances de la líbero unionense. Especialmente esta temporada, que fichó por el Cajasol sevillano y se consolidó como titular en la máxima categoría.

«Soy la única líbero de la plantilla y eso me ha dado confianza para hacer un buen año, en lo colectivo y en lo personal. Tengo mucha seguridad en mí misma y han ido las cosas muy bien». Hasta Sevilla se marchó Isabel, que es la pequeña de las Barón pero la primera en volar de la Región para jugar en la élite. «Yo no había salido de La Unión nunca. Ni me lo esperada. El verano pasado descendimos con el Algar Surmenor y me llamaron del Cajasol».

Este buen año ha sido premiado para Isabel. Es su primera convocatoria con la selección. Y es a lo grande, para un europeo. De vacaciones, del 9 al 22 de mayo empieza la concentración en el CAR de San Cugat. Ir a Francia es el mejor remate de las hermanas Barón. «Es un sueño. Y ojalá esta sea la primera de muchas convocatorias».