El Algar Surmenor, en la orilla

Recibió un duro correctivo ayer el Algar Surmenor. Se levantó, remó a contracorriente y logró forzar el quinto juego, para quedarse en la orilla y sumar un solo punto contra el San Cugat (2-3), un rival directo por la salvación en la máxima categoría del voleibol femenino: la Liga Iberdrola. Las chicas de Andre Collin ya acumulan cinco derrotas consecutivas, dos de ellas sin puntuar. De momento van siete puntos en siete jornadas.

En cualquier caso, el partido estuvo totalmente condicionado por la prematura lesión de Edna Bugmann. La central brasileña, de 1,87 metros, se rompió el tendón de Aquiles. Estuvo un rato en la pista, rodeada de sus compañeras, y luego en el banquillo a la espera de ser trasladada a un hospital. Obviamente, no volverá a jugar esta temporada. A partir de ahí, las locales fueron a remolque y no supieron responder a las visitantes, penúltimas en la clasificación y que hasta ayer solo habían sido capaces de ganar un partido. Se llevaron de manera ajustada los dos primeros juegos (23-25 y 20-25) pero, sorprendentemente y cuando pocos lo esperaban, el Algar Surmenor se levantó de ese golpe psicológico de la lesión de Bugmann, para igualar el marcador con un 25-16 y un 25-15.

El quinto y último juego acabó con un 10-15 en contra. La lectura positiva es que, después de todos los contratiempos, las de Collin sumaron un punto. Para el Algar Surmenor era un cita importante y chicas como Devon Rachel, Micaella Rosell y Miriam López, lesionadas y con molestias, llegaron a tiempo a la importante cita. La semana que viene toca visitar la pista del May Deco Voleibol Logroño, el líder de la Liga Iberdrola que ayer trituró al Haro por 0-3 y tiene mucho más presupuesto que el club presidido por Juan Sáez.