El Hozono Global Jairis lanza una flecha directa al corazón de Alcantarilla, que se rinde ante sus campeonas

La marea que coloreó de amarillo el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza este pasado fin de semana para llevar de la mano al Hozono Global Jairis hasta el título de campeonas de la Copa de la Reina tiñó de amarillo este lunes las calles de Alcantarilla para celebrar con las jugadoras, cuerpo técnico y directiva del club el histórico triunfo del equipo. Es el primer trofeo de una entidad de 71 años de historia y nadie se quería perder la ocasión de darle el calor que se merecen a todas y cada una de las protagonistas de tremenda hazaña. Por eso, centenares de vecinos del municipio y otros tantos de localidades cercanas se dieron cita en Alcantarilla para arropar por las calles de la ciudad a sus heroínas.

En un autobús descapotable, que enfiló la calle Término del municipio a las siete y media de la tarde con la plaza de San Pedro como destino, se subieron todos los campeones de la Copa de la Reina. La bandera del club en todo lo alto. La música, más aún. Una fiesta. Allí estaban desde la primera hasta la última jugadora, cuerpo técnico, liderado por un Bernat Canut al que se le tardará de borrar la sonrisa del rostro, y toda la directiva, esa que ha tejido un proyecto que acaba de hacer historia devorando su primer trofeo pero que tiene hambre de más.

Junto a ellos, sobre el asfalto pero con la emoción y la alegría tan elevadas como aparecían en el vehículo los protagonistas de esta bella gesta, una afición que jamás olvidará las últimas 72 horas que han atravesado su cuerpo. cuerpo. Padres, madres e hijos. Parejas. Abuelos y nietos. Muchos de ellos con la indumentaria amarilla, que este fin de semana ha vuelto a confirmar que no entiende de supersticiones.

Con las bufandas al vuelo y un aplauso que se extendió el kilómetro y medio de recorrido respondió una afición totalmente entregada a sus campeonas. También desde los balcones se lanzaron gritos de apoyo a todos los integrantes del Hozono Global Jairis. Ya sea con el café o la cerveza en mano, o incluso con la merienda a medio tomar, los afortunados que viven en la calle Mayor, una vía que qu se cortó al tráfico para la cita solo unos minutos, abrieron sus ventanas para contemplar desde las alturas el paseo de un equipo que ya sabe lo que es festejar un título con los suyos.

«Ha sido una sorpresa pero no del todo porque sabíamos de lo que eran capaces. El equipo parece pequeño pero tiene un potencial tremendo. Que nazcan victorias así es algo espectacular para la ciudad», confesaban María Cristina Ocampo y Nicolás Loaiza, abuela y nieto. Ella vibró el domingo viendo en la pantalla que instalaron en la plaza de la ciudad la final de la Copa, pero suele sufrir junto al equipo en el Fausto Vicent. Su nieto, de 14 años, ama un poco más que ayer el baloncesto. Quién sabe si menos que mañana.

Aunque una de las principales arterias de la ciudad se fue llenando de color conforme caía la tarde y daba entrada la noche, cerca de las ocho se convirtió en una auténtica fiesta. Arriba, Aina Ayuso, MVP del torneo, fue una de las más animadas. Holesinka lucía unas gafas de sol a pesar de las horas, muestra de que la celebración en tierras mañas se alargó. Muchas llevaban un cachirulo como prueba de amor a la ciudad de Zaragoza, que siempre quedará grabada en sus corazones. Muchas otras tenían como complemento una corona, como reinas que son.

El grueso de la afición se congregó en la plaza de San Pedro, junto al Ayuntamiento. Fue en este destacado rincón de la ciudad donde las jugadoras que hacía 24 horas habían tumbado al Perfumerías Avenida hallaron todo el calor de sus seguidores. En el Consistorio esperaba el alcalde, Joaquín Buendía, y la consejera de Cultura y Deportes, Carmen Conesa, entre otros.

Desde el balcón del Ayuntamiento, cuerpo técnico y jugadoras fueron anunciados uno a uno. Pero el petardazo final, con baño de confeti, llegó con la salida de Aina Ayuso. Con la copa pegada a su mano, la catalana llevó el éxtasis a la plaza, que botó y vibró con las suyas.

Ayer, el Jairis lanzó, con la misma efectividad que lo hizo desde la línea de tres puntos el domingo, una flecha directa al corazón de Alcantarilla. Una ciudad rendida a un equipo que ha escrito su primera y dorada página en la historia. Un sueño se ha cumplido. Que vengan los demás.

Sudaron de lo lindo, sufrieron, quizás, menos que el resto por estar en la cancha, pero el técnico Bernat Canut y las jugadoras del Hozono Global Jairis disfrutaron ayer de una de las mayores alegrías de su carrera deportiva. El técnico catalán, que no lleva ni un año al frente del equipo y ya es protagonista del día más importante de la historia del club, agradeció a los asistentes a la celebración y dejó un importante mensaje para los más pequeños. «Estas jugadoras son los mejores referentes femeninos que podéis tener para el futuro. Un grupo de mujeres espectaculares», subrayó en el balcón del Ayuntamiento, donde se proyectó en una pantalla el partido de la final ante Perfumerías Avenida, con el que alguno volvió a vibrar de nuevo.

El presidente del Jairis, Salva Ortega, reflejaba en su rostro la emoción del momento y eligió fundirse con los seguidores en un grito ensordecedor: «Esta es la afición del equipo campeón».

Aina Ayuso fue la primera jugadora en tomar la palabra. Antes de esbozar una frase sonaron gritos de 'Ayuso, quédate'. La afición teme que algún equipo con mayor músculo económico le robe a una de sus estrellas y mejor jugadora de la Copa de la Reina. La base catalana se deshizo en elogios con sus compañeras y todos los integrantes del club. «Sin la aportación de todos y cada uno de los que estamos en este balcón hubiese sido imposible que esta copa estuviera aquí. Gracias a todos por estar siempre con nosotros», dijo.

La última en coger el micrófono fue Sol Molina, que dio las gracias también a «los entrenadores de las bases, los que llevan y traen a las familias y captan a los jóvenes, Es un auténtico orgullo pertenecer a este club», concluyó.

El título más importante de la historia del baloncesto de la Región de Murcia ya descansa en las vitrinas del Hozono Global Jairis, en las que ha nacido el primer miembro de la familia: la Copa de la Reina.

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